No sé qué te parece ni si crees que entre
adolescencia y menopausia existe un paralelismo de base.
Tanto física como psíquicamente, durante,
estos dos estadios de la feminidad coinciden y se manifiestan comportamientos
semejantes de inseguridad e inestabilidad.
En ambos casos está LA AUTOESTIMA HERIDA cuyo
"sangrar" desgasta una existencia dependiente de la aceptación de la
OTREDAD.
En la adolescencia, con una personalidad en
fase de formación se obvia el potencial del sujeto. En la etapa menopaúsica el
temor se instala en la desaparición de la belleza y por ende en la perdida de
argumentos sociales.
Sin duda son dos etapas importantes en la
vida del humano cuya superación es vital para las etapas posteriores.
Son múltiples los procedimientos y procesos
que acompañan al adolescente en su etapa de formación y especialmente la
comprensión. No se tiene demasiado en cuenta ciertas "salidas de
tono" que esta etapa de la vida ofrece al otro por parte del jovencito/a
que se incorpora de nuevo al equipo social de la humanidad.
Con la dama menopaúsica es diferente. Ni
entre ellas mismas se respetan y, la una a la otra, se critican y censuran
compitiendo en la decadencia hormonal.
La protagonista o "sujeto de la
oración" bien sabe de su "estadio", más frecuentemente lo niega
y se empeña en aparentar una juventud que ya se fue o esta difuminándose.
El reto consiste, en ambos casos, en aceptar
la situación. Sin duda, las dos circunstancias, tiene una magnifica función
posterior. Más hay que aceptarla y aprender a desarrollarla.
Endógenamente existen grandes
"batallas" entre la fertilidad y la inteligencia. Ambas desean ocupar
el escenario de la feminidad ignorando son protagonismos distintos: uno
temporal y el otro eterno.
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