Cuando decimos "no sé", estamos mostrando, en cierto sentido, una carencia, algo que desconocemos, que no tenemos disponible, algo que para muchos es una vulnerabilidad que nos deja expuestos ante los ojos de los demás.
Decir "no sé" implica dos declaraciones: la primera tenemos que hacérnosla a nosotros mismos cuando nos damos cuenta, honestamente, de que hay algo que no sabemos; la segunda tenemos que hacerla antes los demás cuando necesitamos ayuda, cuando queremos hacer algo al respecto. Ambas declaraciones son fundamentales para el aprendizaje y ambas requieren una buena dosis de humildad.
La primera declaración, la que nos hacemos ante nosotros mismos, es seguramente la más compleja, por que el ámbito de lo que no conocemos es inmenso y en buena medida desconocido incluso para nosotros mismos.
Darnos cuenta de lo que no sabemos supone conocer nuestras dificultades, nuestras áreas de desarrollo. Es el primer paso para el aprendizaje y el cambio. Si aceptamos que no sabemos ante nosotros mismos, si por el motivo que sea nos mantenemos ciegos, no nos damos ninguna posibilidad de aprender.
Creemos saber todo lo necesario, no tendremos conciencia de lo que nos falta, así es que no necesitaremos pedir ayuda, preguntar, ni siquiera escuchar puntos de vista diferentes. Cuando no somos capaces de declarar nuestros desconocimiento ante los demás, transmitimos un mensaje implícito: "YO ya lo sé todo" No necesito nada de tí. Tú no tienes nada que darme....
Por el contrario, cuando podemos hablar de nuestras limitaciones con humildad y mostrarnos abiertos a aprendr, transmitimos mensajes implícitos muy diferentes "acepto de que hay cosas que no sé" Necesito tu ayuda.
¿Tú lo sabes todo?
1 comentarios:
"Yo sólo sé que no sé nada". Mientras más cosas aprendo me doy cuenta de que más desconozco. El conocimiento es tan amplio y el tiempo tan corto. Naturalmente que hace falta humildad para reconocer nuestras carencias.
Feliz fin de semana Paco.
Un abrazo
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