TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



EL TEMIDO TIENE MOTIVOS PARA TEMER. NO SE PUEDE CONSEGUIR A LA VEZ SER TEMIDO Y VIVIR TRANQUILO.



La agresión surge de la creencia
de que el otro nos produce dolor
y por tanto,
merece ser castigado.
No busca reparación ni tiene
más beneficio para el agresor que el
de satisfacer su necesidad de venganza.
La persona que agrede, de hecho, lo hace
porque siente, a su vez, que ha sido agredido.
La agresión, surge cuando no podemos
mirar al otro como un ser legítimo y
aceptar sus diferencias, cuando no podemos
entender su necesidad y conectarnos con ella,
cuando no podemos, en suma, mirarle amorosamente.
Cuando observamos a alquien y no podemos
darle legitimidad, nos asaltan toda clase de
juicios acerca de cómo la forma de ser, de pensar
o de actuar de esa persona interfiere en nuestra
vida o nos afecta.
En un plano profundo, vivimos estas diferencias
como una agresión y nos sentimos amenazados.
Perdemos la capacidad de comprensión de su necesidad
y de su vulnerabilidad y reaccionamos con
agresividad.
De esta manera las cadenas de agresividad
se desarrollan y crecen. Es necesario observar
el conjunto de las cadenas de agresión y no
sólo las agresiones más explícitas para entender
el juego. En el fondo la agresión es una
acción defensiva.
Si podemos incorporar esta distinción y
aceptar nuestra capacidad para agradir, estaremos en disposición de hacernos otras preguntas:
¿qué le pasa?, ¿por qué se pone así?
¿desde dónde lo he dicho? y ¿bajo que emoción?
¿qué juicios estaba teniendo yo sobre esta
persona o sobre esta situación?
Te invito a preguntarte
¿qué otra cosa diferente podrías probar la próxima vez?

7 comentarios:

San dijo...

Paco creo que es fundamental la educación en este terreto que abordas hoy, educar desde la tolerancia,educar desde la igualdad, en valores. Reeducar al que ya es violento, ayudandole a encontrar otras vias, otras alternativas a su vida, a sus pensamientos y sentimientos. Hay quien nace con un enorme caracter, si quines le rodean le enseña a canalizarlo en formas positivas de pensamiento., la violencia hacia los demás será cero.¿que te parece a ti? La palabra empatia es aún una desconocida.
Un saludo.

Ricardo Miñana dijo...

Muchas felicidades para este año, dale vida a tus sueños y que la crisis económica pase de largo.

¡¡Feliz año 2011!!

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Me encanta el tema que has elegido hoy! Falta de empatía,... falta de madurez, diría yo (parece mi falta favorita!) o mala utilización de las mismas (y matizo que hablo de agresión entre personas equilibradas actuando incorrectamente, excluyo la que pueda ser producto de una enfermedad mental).

Desde el punto de vista del agresor, destacaria la importancia de identificar y asumir sinceramente el origen de su actuación y su relación personal con la misma; hay dos escenarios muy habituales: Opción 1. Veo en el agredido una característica que aprecio, no reconozco en mí mismo y deseo poseer. Opción 2. Veo en el agredido una característica que desprecio, reconozco en mí mismo y desearía eliminar.
Castigar a otro por tener algo que codicias o porque hace gala de tu propia imperfección, es ridículo por carecer del más mínimo sentido práctico que lo justifique (nunca será un medio para un fin: no te hace más listo, no hace que el otro sea más tonto. Realmente no te sirve).

Desde el punto de vista del abusado se cometen más errores y más complejos, pero no quiero extenderme más.

Sin embargo, opino que son cuestiones que se pueden abordar y resolver al 100% con ética sencilla. La receta para el éxito es separar perfectamente la conducta a modificar del ego o el orgullo de las personas... esas cosas nos son casi sagradas. Pedir mucha renuncia es exponerse a fracasar. Repito: Modificar la conducta errónea, sin poner en tela de juicio lo demás (Roma no se hizo en un día) (pero sí se deshizo en uno) :)

¡Abrazo fuerte y buen día!

N.

Anónimo dijo...

Pd) Y con todos los respetos, opino que antes de educar a una persona con objeto de reducir su violencia a cero hay que tener en cuenta dos cosas:

Cambiaría el concepto mismo de "violencia cero" -por otro más responsable con el hecho de que somos animales, mamíferos, bla bla, con una parte del cerebro de las más primitivas, primarias y automáticas, dedicada a la supervivencia y estrechamente relacionada con la violencia. Los monos que nos parieron hace tropocientos millones de años, la usaban para sobrevivir, les servía mucho, la necesitaban y por eso la mantenemos.

Por otro lado, educar en la buena gestión de la violencia me parece mas responsable que aspirar a eliminarla. Hacer a un niño 0% violento y después llevarle al colegio, o hacerle crecer en un mundo, donde la violencia sigue existiendo, no es un favor, es una p$tada :P (con perdón). Conozco a muchos padres buenos que no querrían eso para sus peques, los míos propios me educaron en morder a quien me mordiera :D

Como decía, Roma no se hizo en un día :)

San dijo...

Noemi llevas razón que eliminar la violencia a cero no es un término exacto, pero la violencia a la que me refiero es la que se ejerce de forma gratuita y siempre sobre el más debil.Defenderte debes defenderte y aprender a ello, pero en este caso iba un poco más allá.
Saludos,( una buena tribuna para compartir y debatir este que deja abierto Paco).

Belkis dijo...

No estoy de acuerdo con aquello de “ojo por ojo y diente por diente” Con la actitud de “Si el otro me daña, debe ser castigado por mi” sólo conseguimos crear un círculo de agresión del que nunca se sale. Hay que romper los esquemas, abrir puertas, darnos sin importar lo que recibimos. Esa es la otra cosa diferente que entiendo podríamos hacer la próxima vez. Si me tratan con agresividad, trato con amor, si me tratan con indiferencia, trato de acercarme, en fin, no dicen que polos opuestos se atraen y los iguales se repelen. A atraernos pues.
Como siempre retomo con placer leer tu espacio.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Ok, totalmente de acuerdo en eliminar la violencia gratuita :)
Abrazo.