Cuida tu salud física y espiritual
para alcanzar la plenitud.
Uno de los pilares que sostienen la vida del humano es la reflexión.
El impulso del corazón procesado por la inteligencia nos
acerca hacia la comprensión de nuestro
protagonismo en el universo.
Solo quién ama está en disposición de perdonar a cualquier
de los seres que poblamos la tierra olvidándose
de sus preferencias personales.
En este diálogo personal con la Emancipación es preciso el
silencio y la calma como compañeros de nuestra bondad.
No busques satisfacer tú ego.
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