Tienes
que potenciar lo que tú eres y llevarlo a su máxima expresión ya que,
posiblemente, nadie se ocupó de tu talento en la infancia.
Sin
duda, tuviste un destino predeterminado, según los intereses y
fantasías de tus tutores que ignoraron el potencial que convivía con su
existencia.
Fuiste,
posiblemente, guiada hacia donde convergían la conveniencia y
laespeculación, donde el presumir ante los otros destacaba como valor
fundamental.
Ahora
ha llegado el momento. Ya puedes aceptarte sin rubor. Si eres así,
rebelde, inteligente y cariñosa, abandona la estrategia que te ocupó en
la configuración de tú carácter y abre el corazón a la sensibilidad.
Desde ella ya nada seráimposible. Abandona la inseguridad del miedo y
muéstrate libre aceptando al otro.
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