Pasar de "objeto a sujeto" puede ser un anhelo que pocos consiguen.
Para conseguirlo
debemos tomar conciencia que en las relaciones humanas, habitualmente, todos
somos "objeto" de una necesidad del "otro" es decir, que
sin esa necesidad no somos nada por nosotros mismos.
Al aceptar somos
"objeto" satisfactorio de una necesidad, estamos aceptando la
inexistencia del SER amado por sí mismo y con ello el amor al prójimo.
Renunciar, pues, a
ser sujeto principal psíquico/social es abdicar del AMOR que solo puede ser
singular. No somos para lo que servimos socialmente, somos sujetos amados
individualmente por la Emancipación, con una función propia que va más allá de
la que nos atribuye la necesidad como "objetos".
!!!No te conformes!!!
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