Nacemos meditadores, después aprendemos los caminos de la mente.
"La meditación es el estado natural que hemos perdido. Es un paraíso perdido, pero se puede recuperar. Mira en los ojos inocentes de un niño, mira y verás un silencio tremendo, una inocencia. Todos los niños nacen en un estado meditativo, pero son iniciados en las costumbres de la sociedad; hay que enseñarles a pensar, a calcular, a razonar, a discutir; hay que enseñarles palabras, el idioma, los conceptos. Y poco a poco pierden contacto con su propia inocencia. Se han contaminado, han sido polucionados por la sociedad. Se vuelven mecanismos eficientes; ya no son hombres.
Lo único que se necesita es recuperar de nuevo ese espacio. Lo has conocido antes; por eso, cuando por primera vez conozcas la meditación, te sorprenderás, porque tendrás la sensación de que ya la conocías. Y ese sentimiento es verdadero: lo has conocido antes. Lo has olvidado. El diamante se ha perdido entre montañas de basura. Pero puedes destaparlo, encontrarás de nuevo el diamante; te pertenece.
No se puede perder: sólo se puede olvidar. Nacemos meditadores, después aprendemos los caminos de la mente. Pero nuestra verdadera naturaleza permanece escondida en algún lugar como una corriente subterránea. Cualquier día excavas un poco y encuentras la fuente todavía manando, el manantial de aguas frescas. Y la alegría más grande de la vida es encontrarla".
Osho
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