La parábola como figura de expresión ayuda a expresar sentimientos y expresiones. Así, cuando citamos soledad estamos imaginando ausencia de algo, quizá, deseado. Aunque plenitud también puede significar, el asumir la soledad. Sin duda el humano tiene enormes contradicciones para conformar una existencia con sentido. La palabra tanto sirve para conformar A ó B, con la palabra todo se justifica. ¿Entonces? ¿Cómo mostrar un compromiso social, si lo hay? ¿Con palabras? Parece ser que no, deben hablar los hechos, los actos cotidianos que conforman una acción clara y orientada hacia un objetivo que se constituye en sujeto de la oración. No palabras, hechos.
Desde la acción
inequívoca podemos conformar la "calidad" de nuestra presencia y
hacia dónde va orientada; ya que son múltiples los juegos de "rol"
que desde el espejismo de realidad distraen una existencia estéril.
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Nada ni nadie acuña
los tiempos de una generación si por generación entendemos 60 años.
Afortunadamente la
pluralidad es el signo de nuestra actualidad anónima y aunque nos quieren
inmovilizar con el miedo no todos lo vivimos igual.
Cada generación tiene
sus tendencias y protagonismos y pasar los valores de una a otra es estar
"demode".
Pocas cosas son
inmutables y casi todo cambia con el tiempo. Es pues ese tiempo inventado, el
dueño de nuestra locura y espejismo social. Creemos que pasa pues no aceptamos
la realidad: somos nosotros los que transcurrimos. No hay siglo XIX, ni
jueves....todo es una invención para iluminar nuestra oscuridad.
Desde la fosa de la
ignorancia podemos avanzar sin que el llamado progreso nos desenfoque el
origen. Somos moléculas temporales de comodidad que queremos existir sin saber
para qué.
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Las conversaciones urbanas nos regalan aspectos privados de
la sociedad.
Recién, en el bus,
escuché como dos hermanas, creciditas y veteranas, pactaban una trama para
impedir que su padre saliera a pasear.
La razón,
aparentemente, se instalaba en la ola de calor que sufre BCN. Mas la causa
central era otra.
Ambas con compromisos
sociales/personales no podían atender un posible sofoco por acaloramiento de su
padre. Ante ello acordaron mantenerlo en el piso argumentando-le su poca cabeza
para cuidar-se.
La libertad nos la
cuestionan dentro de la propia familia. !!!No la pierdas.....guárdala¡¡¡
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A través del calor
sofocante la realidad se muestra inequívoca. Nuestra relación con el clima
condiciona extremadamente nuestra forma de mostrarnos. Él es determinante en el
ritmo de caminar, en nuestro ánimo, en la alimentación, en el vestuario, en las
relaciones personales...etc.
Con la climatología
podemos ver, las múltiples carencias que presenta nuestra existencia que
frecuentemente estimamos OMNIPRESENTE.
Ser humildes para ser
libres puede representar un remedio al atroz destino.
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