Llega la canícula y
no podemos visitar la playa. Es una buena oportunidad para trabajar con la
contrariedad. No todo lo que hacemos debe fortalecer las apetencias del
momento. Saber resignarse es una buena cualidad que nos servirá para el
progreso. No contrariarse es importante y una buena medicina contra el egoísmo.
Pasaremos, pues la canícula como podamos.....ahí también está el gozo.
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La voz como el llanto
son expresiones concretas del alma. Lo que pasa es que habitualmente utilizamos
los "dones" sin reparar en sus orígenes. Ningún otro mamífero tiene
esta posibilidad de expresión consciente y nosotros la ignoramos plenamente.
La voz nos otorga un
acto singular de expresión sacándonos de la uniformidad existencial. A
través de ella podemos explicar o
esconder nuestras emociones y cristalizar una realidad tangible o intangible.
El poder teme la voz del pueblo subordinado y solo quiere escuchar su llanto.
Francamente
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Aquí, en el norte del sur, ha llegado el calor extrema. Es
tiempo pues de refrigerarse y tomar impulso. Al igual que en la vida no humana,
el verano, es tiempo de reparación y fuerzas y espíritu.
Durante el epicentro
del verano podemos abrazar a seres queridos alejados en la distancia y renovar
nuestro compromiso de amor al prójimo desde el amor a nosotros mismos.
Ver un atardecer en
el mar con la espuma de sus olas poniendo música al silencio, es algo íntimo.
Ello complementa la imagen que nos
ofrece "el despertar del campo" que lentamente nos ilumina la
oscuridad dándonos una sinfonía de colores. En ambos escenarios podemos
encontrar el trino de un ave que nos acompaña en la delicadez del espíritu.
Nuestros veranos son pocos....! Disfrútalos y guárdatelos!
Francamente
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Realmente las
llamadas vacaciones deben ir bien para aliviar el sometimiento social. Cuando
las "obligaciones" nos sujetan la voluntad y esta no es otra que
alejarnos de la pobreza...unos minutos de asueto nos parecen oro.
Las verdaderas
vacaciones serian aceptar la pobreza. Abrazarla con pasión y compromiso
ignorando aquellas "pompas" que nos esclavizan y envilecen.
Unos consumen coches
de lujo, otros pisos aparentes, los más un combinado de todo que unido a su
simpleza existencial ofrece un espectáculo desarmonizado entre pobreza y
opulencia.
Ir en un coche de 200
cv y ahorrar en autopista. Vivir en un piso "guay" de ciudad
importante y escatimar en colegios.
Tener barco y amarre y no leer ni el periódico.
Hacerse amigo de la
pobreza es diseñar evolución. Ignorarla es despreciar nuestra realidad y con
ello vivir dentro de la estupidez.
Este octubre
aceptemos la pobreza como camino de liberación.
Ser pobre no es ser
miserable.
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