No deberíamos olvidar que aquel que de manera notoria se enaltazca será humillado; aunque la humildad enaltece. La Emancipación nos indica que es muy cómodo hablar de los demás y no de nosotros. Más si somos honestos, también en nuestras vidas hay una distancia entre las palabras y los actos. Por ello, libéranos Emancipación, de aprovechar-nos de nuestra autoridad y muestra-nos el camino de la humildad para acercar-nos a tu plenitud; dándo-nos cuenta de la distancia que nos ofreces entre la soberbia y la humildad. Así recorriendo ese camino nos podremos acercar a tu amor que tan opaco nos parece.
La Llorona moderna.
A medida que la cultura va experimentando los efectos de distintas influencias, nuestra forma de pensar, nuestras actitudes y nuestros temas de interés cambian también. Y lo mismo ocurre con el cuento de La Llorona. Cuando el año pasado estuve en Zaragona recogiendo cuentos de lobos, Dolores López, una niña de diez años sin dientes frontales, unos pies surrealìsticamente grandes y un cuerpo huesudo me contó esta versión. Me dijo....que La Llorona no mató a sus hijos por las razones que indicamos ayer. No, no__ me aseguró. La Llorona se fue con un rico hidalgo que tenía unas fábricas río abajo. Pero algo falló. Durante su embarazo, la Llorona bebió agua del rio, Sus hijos, que eran gemelos, nacieron ciegos y con los dedos palmeados porque el hidalgo había envenenado el río con los desechos de sus fábricas. El hidalgo le dijo a La Llorona que no la quería ni a ella ni a sus hijos. Se casó con una mujer muy rica a la que le encantaban los productos de la fábrica. La Llorona arrojó a los niños al río para que no tuvieran que sufrir las penalidades de la vida. E inmediatamente después cayó muerta de pena. Fue al cielo pero san Pedro le dijo que no podía entrar a no ser que encontrara las almas de sus hijos. Ahora La Llorona busca incesantemente a sus hijos en el río contaminado, pero apenas puede ver nada,pues el agua está muysucia y oscura. Ahora su espíritu recorre el fondo del río con sus largos dedos. Y ella vaga por la orilla del río llamando incesantemente a sus hijos.
1 comentarios:
No siempre lo cuido como debería porque en el afán de proteger quizás le niegue la oportunidad de aprender.
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