La constancia es un proceso que nos aporta frescura a
las dudas que genera nuestra existencia. Con ella alcanzamos
metas, inicialmente, inimaginables y consecuentemente
evoluciona la emancipación del ser primario que nos atenaza.
No obstante hemos de estar atentos dado que es un proceso que nace,
tímidamente, en nuestro interior y se manifiesta de manera muy timorata.
Podemos y debemos ser valientes ante los cambios si nos
acompaña la constancia pues será ella quién nos abra nuevas oportunidades, no de bienes materiales...simplemente de modelos mentales novedosos que nos conduzcan a realidades más plenas.
A través del coaching podemos, no obstante, reflexionar y acercarnos hacia aquella "emancipación" que sin color y rostro nos acerca a la máxima plenitud: (la que tú desees).
Una sugerencia que te ofrezco es considerar la separación de cuerpo y alma como algo trascendente para tí, aunque nos han enseñado a obviarlo. Este momento de plenitud es un acto de apropiación del gozo que, por milésimas de segundo, disfruta el humano.
Situada, pues, la meta u objetivo todo lo demás es un tránsito hacia él. Así, si nos aceptamos en la superficialidad del egoismo, que podemos combatir junto a nuestro coach. A través de la humildad debemos fijar la actitud de constancia que nos aleje de la actitud primitiva del humano: inexistencia de amor.
1 comentarios:
Que el amor, la constancia y la humildad jamás se separen de nuestro camino en la búsqueda y encuentro de la dicha que vivimos y esperamos seguir viviendo cada vez más y mejor.
Un abrazo Paco
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