"El humano de mucha "lengua" debe
pensar en su equilibrio entre lo que
hace y aquello que dice"
El Ser no se presenta en "sí mismo", se oculta
como sustancia vital para recibir, dentro de la
esfera de la sensibilidad, la esencia de lo
divino.
No somos simplemente un conjunto de huesos
y tejidos sino más profundamente, el
principio racional que espera recibir "contenidos"
para, desde el Ser, interpretarlos.
De entre los elementos que nos determinan para
llegar al absoluto destacariamos: la arquitectura,
la escultura, la pintura, la música y especialmente
la poesía y claro está. el amor.
Desde ahí y con otros protagonismos de la
cultura abandonaremos los estadios primitivos
para alcanzar el mayor refinamiento humano.
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