Una amapola en
el trigal.
La búsqueda de
la Emancipación puede regalarnos el descubrimiento de nuestra esencia de
evolución. Sustituir el odio por el amor así como el error por la certeza.
Las utopías
están para convertirse en realidad a través del esfuerzo de la inteligencia y
el respeto al otro. Perseverando en la acción encontraremos el fruto codiciado
del bien común que completará la individual fortaleza que el destino nos ha
regalado.
En este escenario
podemos crear un ambiente de concordia que acoja a todos en el objetivo de crear una sociedad digna y
respetuosa con todos y cada uno de sus moradores.
La relación
entre humanos no puede depender de aquellas necesidades que a cada uno le
condicionan e interesan. La unión no debe ser una ficción sino un destino, debe
ser la meta.
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