"Como no perdonaste no serás perdonada"
Incluso cuando la alegría desborde tu ánimo, intenta evitar que tu discurso sea "un ruido de palabras", dale sentido.
Toda vez que no "soy sin tí" debes respetar al otro dándole densidad a la mutua compañía. Al humano lo que más le apasiona es aquello que no existe y tú debes regalar a tu prójimo la conciencia de lo real, dejándo las perspectivas fantasiosas y centrándonos en el esfuerzo propio.
La fantasía de lo "que no fuí" debe abandonar la presencia en nuestros sueños, fijándo el eje de nuestra acción, en la realidad del esfuerzo.
Ya que, la inteligencia, obviando la compañía humana "por interés", da visibilidad, a su propia naturaleza, y sin duda, nos hace más dignos.
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