"El mal va dejando cicatrices"
Nuestra esencia,
frágil y efímera como una gota de agua en el caudal amazónico, camina timorata
por los senderos de la ilusión.
Busca
un sentido a su presencia encontrando solo duda que ensombrece la luz en sus
caminos de esperanza.
Esa
esencia tiene vida propia más no siempre es percibida por el humano que la
transporta, pues éste, distraído por su vanidad, obvia todo aquello que no
distingue.
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