“EL DESEO IMPLICA
APERTURA A LA ALTERIDAD: trascender tu yo, tu pequeño mundo, para abrirte al
otro”
Los deseos son
uno de nuestros motores, La pregunta clave es: ¿Cuál es el deseo por el que
vale la pena luchar y satisfacer?
El deseo
esencial está conectado con tres ejes. El primero es el deseo de conocer y
ampliar nuestros horizontes. Desde pequeños nos mueve la curiosidad por saber y
comprender el mundo que nos rodea. El segundo eje es el impulso de hacernos
completos. “Tu conciencia proviene de la unidad”. Por eso deseamos la unión,
sentirnos el uno con el otro. Es un deseo que nos conduce fuera de nosotros.
Amamos y buscamos ser correspondidos. Nos damos al otro desde nuestros dones,
sintiendo así alegría. El tercero es el
impulso a actuar para expresar la creatividad. Así nos damos al mundo desde
nuestro talento y nuestros dones. Una acción con la que aportamos y construimos
un mundo mejor nos llena de sentido.
Cuando nos
desviamos de estos tres ejes esenciales nos invade la sensación de carencia.
Tenemos carencias afectivas, estamos faltos de conocimiento o nuestras acciones
están vacías de sentido. El resultado es que sentimos un estado de necesidad.
La necesidad
crea un vacío que nos impulsa a relacionarnos para cubrirlo con amor y con
poder. Nos atrae el amor. Nos atrae el poder. Sin darnos cuenta, caemos en la
trampa de un amor que no es amor, sino deseo, y de un poder que no es poder,
sino codicia.
Cuando el
deseo invade el alma y esta no lo puede contener, este se convierte en algo
destructivo y devastador como el cáncer que devora todo lo que encuentra a su
paso. Se convierte en una dependencia que pasa a ser adicción. Adicción al
sexo, a la bebida, a los malos tratos, a la sumisión, a someter, al dinero, ….Entonces
el deseo nos esclaviza.
Perdemos
soberanía interior. Somos marionetas del deseo. No es de extrañar que vivamos
insatisfechos y frustrados. Para huir de estas sensaciones, nos distraemos. Y
así seguimos en la rueda del deseo insaciable.
¡¡¡DEJA DE SER
UNA MARIONETA DEL DESEO!!!
El primer paso
para lograr dominio sobre uno mismo es, precisamente, desearlo. El poder mental
es capaz de canalizar los pensamientos de manera positiva. Solo cuando uno se
da cuenta de lo que subyace a sus deseos puede transformarlos. ¿Qué encubre el
deseo que nos vence? ¿Qué es lo que realmente desea? Buscamos amor, paz,
respeto, atención, o bien queremos huir de una situación que nos sobrepasa. Aunque
la mente suele pedir cosas visibles y materiales, sus necesidades son más
profundas y ninguna cosa superficial y efímera puede satisfacerla.
La meditación
nos conduce hacia lo auténtico y eterno. También ayudan las afirmaciones y la
visualización. Visualizar consiste en crear imágenes positivas en su mente y,
de esta forma, reforzar el pensamiento y fortalecer su voluntad para alcanzar
aquello que afirma.
Las
afirmaciones son pensamientos determinados. Son promesas que nos hacemos a
nosotros mismos. Sirven para romper los hábitos negativos o pensamientos
débiles. “Hoy haré que el pasado sea pasado y miraré al futuro con una nueva
visión” El pasado tiene buenas y malas experiencias. Sin embargo, tendemos a
evocar lo negativo. El efecto de esto es que nuestra actitud hacia el futuro se
contamina. Un método efectivo para soltar el pasado es ver el beneficio que
hubo. Cuando se reconoce un beneficio en lo que sucedió, es más fácil terminar
con el resentimiento o la aflicción.
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