¿Cuáles son algunos de los síntomas emocionales de una ruptura de la relación con la fuerza salvaje de la psique?
Sentir, pensar o actuar crónicamente de alguna de las maneras que describimos y que suponga haber cortado, total o parcialmente, con la psique instintiva más profunda. En términos exclusivamente femeninos, dichos síntomas podrían ser: sentirse extremandamente seca, fatigada, frágil, deprimida, confusa, amordazada, abozalada, apática,. Sentirse asustada, lisiada o débil, falta de inspiración, animación, espiritualidad o significado, avergonzada, crónicamente irritada, voluble, atascada, carente de creatividad, comprimida, enloquecida. Sentirse impotente, crónicamente debitativa, temblorosa, bloqueada, incapaz de seguir adelante, ceder la vida propia cretiva a los demás, hacer elecciones que desgastan la vida al margen de los propios ciclos, sobreproteger el YO, sentirse inerte, insegura, vacilante e incapaz de controlar el propio ritmo o de imponerse límites. No empeñarse en seguir el propio ritmo, sentirse cohibida, lejos del propio Dios 0 de los propios dioses, estar separada de la propia revivificación, arrastrada hacia la domesticidad, el intelectualismo, el trabajo o la inercia por ser éste el lugar más oscuro para alguien que ha perdido sus instintos. Temor a aventurarse en solitario o revelarse, temor a buscar un mentor, una madre o un padre, temor a presentar un trabajo hasta que no se ha conseguido la perfección absoluta, temor a emprender un viaje, temor a interesarse por otro o por otros, temor a seguir adelante, huir o venirse abajo, rebajarse ante la autoridad, perder la energía en presencia de proyectos creativos, sentir encogimiento, humillación, angustia, entumecimiento, ansiedad. Temor a reaccionar con agresividad cuando ya no queda nada más que hacer; temer probar cosas nuevas, enfrentarse con desafíos, hablar claro, oponerse; sentir náuseas, mareos, acidez estomacal, sentirse como cortada por la mitad o asfixiada; mostrarse conciliadora o excesivamente amable, vengarse.
Una mujer sana se parece mucho a una loba: robusta, colmada, tan poderosa como la fuerza vital, dadora de vida, consciente de su propio territorio, ingeniosa, leal, en constante movimiento. En cambio, la separación de la naturaleza slavaje provoca que la personalidad de una mujer adelgace, se debilite y adquiera un carácter espectral y fantasmagórico. No estamos hechas para ser unas criaturas enclenques de cabello frágil, incapaces de pegar un salto, de perseguir, dar a luz y crear una vida. Cuandolo vida de las mujeres se quedan estancadas o se llenan de aburrimiento, es hora de que emerja la mujer salvaje; es hora de que la función creadora de la psique inunde el delta.
1 comentarios:
Que la función creadora salga de su escondite y empiece la acción.
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