Comprendo, que en determinadas situaciones difíciles, las personas cuestionen todo, absolutamente todo:
¿"qué significado tiene "todo esto"?
¿"qué es lo que todavía le da orientación o sentido a mi vida en concreto"?
Se trata, sin embargo, de preguntas que uno, por regla general,
pone entre paréntesis, aparta, en el ajetreo diario, en el que
bastante tiene con ir arreglándoselas.
Nada ni nadie puede obligar a una persona a preguntarse por
el sentido de la vida.
La persona puede cerrarse sin más a esta pregunta. Incluso muchos
manifiestan "Mi vida es su propia finalidad" "no hay más".
Aunque, nosotros nos planteamos ¿no es una respuesta demasiado,
simpla, plana, banal?
¿Debo decir a las innumerables personas que se hallan inmersas en una crisis existencial difícilmente superable y desesperan de la vida que han de ver la finalidad de la existencia en la existencia misma?
Algo así es, desde luego, más fácil afirmar cuando, al echar
la vista atrás podemos llegar a la conclusión de que,
con todos sus éxitos y fracasos, he tenido una buena vida.
Y por supuesto, ningún poder del mundo está en situación de "prescribir"semejante sentido.
Pero ¿que hay de las dificultades de quienes no disfrutan de
una vida buena y de auqellos que también piensan en una buena muerte?
¿No habría que reflexionar al respecto con mayor profundidad, máxime si a uno le resulta más sencillo
ver en sus tareas el "centro de la vida" que "la finalidad de la vida"
1 comentarios:
Creo que cada uno tiene su sentido de la vida, su verdad y si cree firmemente en ello debe mantenerse en su línea.
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