TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



"NO IGNORES AL PRÓJIMO"




"Nadie es lo suficientemente pequeño para ser ignorado"


Nadie merece, ni por accidente, nuestra ignorancia, así que será bueno revisar de vez en cuando la lista e intentar acortarla, que tienda a cero. Porque la gente a la que hacemos invisible lo pasa mal. Y de la que se hace la invisible debemos evitar ser cómplices.
¿Cómo lo podemos hacer? En primer lugar, recuperando y multiplicando aquella comunicación que reconoce la presencia de los otros. No hacen falta grandes conversaciones ni mucho tiempo: sencillamente saludar, sonreír, mirar a los ojos... y no andar por el mundo ajeno a las personas que nos rodean. Si nos cruzamos por la mañana, saludémonos siempre y hagámoslo de forma sincera. Prestemos atención a los seres humanos que tenemos a nuestro alrededor. Es sin duda cierto que es más fácil responder a un saludo que hacerlo, así que este es nuestro reto: llevar la iniciativa.
En este sentido no ayudan los iPods, los móviles o andar por los pasillos leyendo correos. La tecnología, que tanto nos conecta aparentemente, en este aspecto nos está aislando.
Hemos de reservarnos el tiempo y la capacidad de atención para dar a los demás el mensaje "sé que existes". Hagamos del extendido comportamiento de ignorar a los otros porque tenemos prisa o porque estamos concentrados en lo nuestro la excepción, no la norma.

LAS SOLUCIONES QUE SIRVIERON AYER YA NO SIRVEN HOY. HAY QUE ESTAR ATENTOS A LOS CAMBIOS MÁS SUTILES Y OBRAR EN CONSECUENCIA.




La capacidad de adaptación es una herramienta esencial para dar lo mejor de uno mismo para cualquier situación.

El ser humano es una de las especies más adaptables y camaleónicas del planeta, lo que explica cómo con un cuerpo frágil y poco poderoso hayamos desbancado a especies mucho mejor datadas para la lucha por la supervivencia. ¿Qué es lo que nos ha permitido tomar peligrosamente el control del planeta y poner el resto de especies a nuestro servicio?
Las personas conservadoras o rígidas otorgan al adjetivo “camaleónico” connotaciones negativas, ya que entienden que un sujeto que se adapta rápidamente al medio tiene que ser por fuerza engañoso, inmoral, arribista….
Para un ser humano, lo camaleónico tiene mucho que ver con la flexibilidad y la empatía. Aquel capaz de trasladarse, de forma sincera y efectiva, al universo mental del otros tiene asegurado el triunfo en cualquier ámbito, sea laboral, creativo o, incluso, sentimental. Ser flexible es una virtud que define un estilo de vida y permite a las personas adaptarse mejor a las presiones del medio. Una mente abierta tiene más probabilidades de generar cambios constructivos que redunde en una mejor calidad de vida y en la capacidad de afrontar situaciones difíciles. Una mentalidad rígida no solo es más propensa a sufrir todo tipo de trastornos psicológicos y emocionales, sino que además afectará negativamente al entorno en que se mueve.
Algunos ejemplos cotidianos de adaptación positiva serías: el comercial siempre atento al feedback de sus clientes, con lo que adapta constantemente la presentación de los productos y su estrategia de venta según “prueba y error” de experiencias pasadas; o la pareja que, tras un tiempo de convivencia, ha detectado qué puntos crean fricción en el otro y cuáles generan unión y complicidad, con lo que minimizan los primeros y promueven los segundos.

MEJOR: PREDICAR CON EL EJEMPLO.






“NADA PASA DESAPERCIBIDO PARA LOS OJOS DE LOS HIJOS, POR ESO NUESTRO EJEMPLO VALE MÁS QUE MIL DISERTACIONES”

A veces, los padres pecan de una inocente simplicidad cuando elaboran teorías sobre cómo educar a los hijos. De alguna forma es como si pensaran que, al igual que las ratas enjauladas, el comportamiento de los niños puede ser encauzado por nuestros propios premios y castigos. Es cierto que nuestra forma de educar modela su conducta, sin embargo, nuestros correctivos representan solo una parte de las consecuencias que experimentan constantemente. Desde que se despiertan hasta que se acuestan, su cerebro va asociado lo que han con las consecuencias que le siguen. Si nuestro hijo toca un enchufe, quizá le pasa la corriente o quizá no. Si va saltando por la escalera, quizá caiga o quizás no.. Esas consecuencias le van enseñando una cosa u otra, y los padres no controlan la lluvia de premios y castigos que trae la vida por sí misma.
De igual forma, la fe que ponemos en nuestros grandes discursos reflexivos es un poco ingenua. Las estrategias indirectas se suelen colar mejor en sus cerebros. Es probable que un mensaje captado con sus antenas, por ejemplo, algo que estamos diciendo a un amigo por teléfono, lo absorban con más intensidad que nuestras habituales peroratas. Igualmente, nada de lo que hacemos pasa desapercibido por esos ojos escrutadores, por eso nuestro ejemplo vale más que mil disertaciones.

AUNQUE LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS NO VAN HACIA NINGUNA PARTE NO RECONOCEN ESTAR PERDIDAS




"Alicia se daba por lo general muy buenos consejos a sí misma, aunque rara vez los seguía"

Imaginemos que visitamos con nuestro hijo de ocho años las ruinas de un anfiteatro romano. Cuando estamos en ese escenario colosal le contamos increíbles historias de gladiadores. Y entonces nos pregunta: "¿Quiénes eran los romanos?". A lo que contestamos: "Tú ya lo sabes, lo que estudiaste en el primer trimestre en el tema tres". Y con cara de iluminación exclama: "¡Ah, claro!". Parece como si nuestro cerebro estuviera compartimentado en diferentes cajones. En este caso parece que lo que nos enseñen los libros está en uno y la realidad en otro.
Nuestra teoría sobre la vida, nuestras profundas reflexiones, parece que las tengamos en un cajón, en un nivel, pero seamos incapaces de bajarlas a la práctica. Estamos mirando las noticias, normalmente estremecedoras: guerras, inundaciones, hambre... en ese instante desde la comodidad de nuestro sofá reflexionamos sobre lo inmensamente afortunados que somos. Suena el teléfono y nos advierten de que el paquete que teníamos encargado para hoy no nos lo podrán entregar hasta dentro de dos días. Entonces nos ponemos de un humor de perros y nuestra sensación de privilegio no nos ha ayudado en nada ante la pequeñez de ese contratiempo.
André Compte-Sponville, en su libro La felicidad, desesperadamente, cuenta que cuando tenía unos siete u ocho años vio a un ciego. Intentando ponerse en su lugar, cerró los ojos durante unos segundos, empezó a andar y le pareció atroz, horrible. Y en ese momento hizo una gran reflexión: "Pero este ciego, si recobrara la vista, ¡sería feliz como un loco, simplemente por ver! Por tanto yo, que no soy ciego, he de ser feliz como un loco, puesto que veo". La vida le enseñó que eso no era exactamente así. Matizando la conclusión del filósofo, lo que sí es cierto es que las personas más agradecidas son las más felices. Pero no las más agradecidas "en teoría", no las que guardan esa sensación en un cajón cerrado, sino las que constantemente utilizan ese sentimiento de privilegio para poner al nivel que se merecen la magnitud de sus vicisitudes cotidianas.

¿ES LA AVARICIA EL MOTOR DEL CAPITALISMO?




"Solo un servidor fiel puede ser un líder verdadero" 
Un líder es el arquitecto creador de cambios y que señala la dirección con sentido. Su liderazgo está siempre al servicio de la empresa, la organización, la comunidad, el pueblo. Debe ser capaz de ver más allá de sus necesidades personales para servir también a las necesidades de la organización o comunidad de la que forma parte.
La avaricia como motor del capitalismo no puede sustentar una empresa, un pueblo ni un país por mucho más tiempo. Se requiere una visión más amplia, que reconozca la necesidad de la justicia social y de la prosperidad para todos. El liderazgo servidor no solo es un liderazgo ético, sino que es un motor necesario para un capitalismo sostenible. Así como el liderazgo verdadero es servicio, el servicio verdadero es liderazgo. El líder servidor puede siempre ofrecer servicio. Al ofrecerlo recibe beneficio creando, guiando y nutriendo a aquellos a quienes sirve. Lo que da lo recibe multiplicado.

EL HUMANO QUE ABANDONA EL ORGULLO DE LA POSESIÓN LOGRA LA PAZ SUPREMA




La puerta abierta al Amor
MIRIAM SUBIRANA 

Confundir amor con apego egoísta es la causa de mucho sufrimiento en las relaciones. Estas son duraderas y ricas cuando uno tiene seguridad en sí e independencia del otro.
Vivir el amor permite al ser humano alcanzar la experiencia más plena. En esa vivencia nos sentimos unidos, completos y realizados. Existimos en busca de esta plenitud amorosa. "El amor incondicional que nos une al todo más allá de nosotros mismos", escribía Javier Melloni. El amor puro fluye libremente, es sanador y no hiere. Es un amor en el que te das al otro. Hay entrega. Trasciendes tu "yo-ego" sin por eso perderte ni engancharte al otro. No dejas de ser tú al estar en comunión con el otro. Lo logras con madurez y evolución personal. Tu "yo-ego" te mantiene anclado a las limitaciones provocadas por tus miedos y tus deseos. Tu yo-esencial te libera.
"Un corazón cínico, desconfiado, que vive en una actitud defensiva, deja de vivir sus sueños, es un corazón gris"
"El analfabetismo emocional y la adicción al trabajo nos alejan del amor. Y los batacazos nos hacen desconfiados"
Muchas personas aman y se atan. Pierden libertad y siembran malestar. El problema surge cuando confundimos el amor con el apego egoísta. El amor en su momento más puro es una manifestación de nuestro sentimiento de unión. Para abrirnos a él debemos asentarnos en nuestro poder interior, abriéndole paso a nuestro ser esencial sin temores.
¿Por qué nos cuesta amar y ser libres, amar y sentirnos realizados? Cuando esencialmente somos amor, parecería lo más fácil ser lo que somos. Sin embargo, la realidad nos muestra a menudo lo contrario. Tenemos miedo a ser heridos y tememos perder libertad.
¿Qué nos aleja del amor? ¿Qué nos encierra, separándonos de vivirlo plenamente? El analfabetismo emocional y la adicción al trabajo nos alejan del amor. Los batacazos y las decepciones en las relaciones amorosas nos hacen desconfiar. Nos volvemos escépticos. Desde la tristeza, la frustración o la culpa nos mantenemos encerrados. El miedo al rechazo nos bloquea y nos deja en nuestra sombra. Las expectativas nos empujan a la rabia cuando no se cumplen, y nos "secamos" de amor.
Menos egoístas, más ricos

"NO HAY MAYOR NEGOCIO QUE VENDER A GENTE DESESPERADA UN PRODUCTO QUE ASEGURA ELIMINAR LA DESESPERACIÓN




LA VERDAD SOBRE LA AUYO AYUDA
BORJA VILASECA

¿Existen las varitas mágicas para dar un giro a nuestra vida? ¿Hay técnicas para lograr remedios o son una tomadura de pelo? Porque, al final, solo nosotros podemos aportar nuestras soluciones.
Aunque la mayoría de las personas no van hacia ninguna parte, es un milagro encontrarse con una que reconozca estar perdida". Estas palabras del filósofo José Ortega y Gasset (1883-1955) siguen vigentes en la actualidad. La gran mayoría de nosotros nos limitamos a sobrevivir. Trabajamos. Consumimos. Y tratamos de divertirnos todo lo que podemos. Pero en general no sabemos para qué vivimos. De ahí que muchos vaguemos por la vida como "boyas a la deriva".
"El triunfo de la autoayuda tiene mucho que ver con la pérdida progresiva de credibilidad de las instituciones religiosas"
"Es imprescindible que no nos creamos nada de lo que nos digan, incluyendo, por supuesto, la información que aparece en este artículo"
Y no es para menos. Desde que nacemos, la sociedad nos condiciona para convertirnos en empleados y consumidores, de manera que perpetuemos el funcionamiento económico del sistema. Tanto es así, que hemos sido adoctrinados para buscar nuestro bienestar fuera de nosotros mismos. Prueba de ello es que confundimos la verdadera felicidad con sucedáneos como el placer, la satisfacción o la euforia temporal que nos proporcionan el consumo de bienes materiales, los triunfos profesionales o el entretenimiento. Y debido a nuestra falta de autoestima y de confianza en nosotros mismos, a menudo construimos un estilo de vida de segunda mano, prefabricado.
Frente a este escenario socioeconómico, la crisis existencial es casi inevitable. En esencia, consiste en reconocer que nuestra forma de pensar y de comprender la vida es limitada y errónea. Y en consecuencia, iniciar un proceso de cambio y evolución personal, buscando una nueva manera de relacionarnos con nosotros mismos y con nuestras circunstancias. Así es como aprendemos a seguir los dictados de nuestra conciencia y de nuestra intuición, desarrollando nuevas competencias emocionales que nos permitan obtener resultados de mayor satisfacción.