"La libertad es comprometerse"
¿Es real que el humano tenga un destino final?
¿Es posible tener una relación positiva
y sana con el dinero?
¿Para ostentar la condición de humano se precisa
de una integridad moral y espiritual?
Para contestar éstas incognitas debemos buscar un
referente, un signo de profundidad existencial que
nos abra las puertas del jardín de nuestro
talento tan descuidado por la codicia de
los tiempos.
Ese referente no lo encontraremos en lo material
pues la materia fluye en el anonimato de la soberbia.
Las personas, como tales, pasan por la viva cambiando
de nombre pero luciendo sus miserias terrenales con
sordos gritos de lamento.
La eternidad, pues, se encuentra en la contribución
que cada uno de nosotros aporta al patrimonio
inmaterial que configura la sociedad humana.
Nadie es propietario del amor pero si una molécula
de su manifestación. Nadie es dueño de la
belleza pero si un pétalo de su hermosura.
Nadie es propietario de la sonrisa pero si
un figurante de su luz.
¿Es real que el humano tenga un destino final?
¿Es posible tener una relación positiva
y sana con el dinero?
¿Para ostentar la condición de humano se precisa
de una integridad moral y espiritual?
Para contestar éstas incognitas debemos buscar un
referente, un signo de profundidad existencial que
nos abra las puertas del jardín de nuestro
talento tan descuidado por la codicia de
los tiempos.
Ese referente no lo encontraremos en lo material
pues la materia fluye en el anonimato de la soberbia.
Las personas, como tales, pasan por la viva cambiando
de nombre pero luciendo sus miserias terrenales con
sordos gritos de lamento.
La eternidad, pues, se encuentra en la contribución
que cada uno de nosotros aporta al patrimonio
inmaterial que configura la sociedad humana.
Nadie es propietario del amor pero si una molécula
de su manifestación. Nadie es dueño de la
belleza pero si un pétalo de su hermosura.
Nadie es propietario de la sonrisa pero si
un figurante de su luz.
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