"Amor no es trasladar las angustias"
La
envidia nos quita el gozo y la felicidad de nuestras vidas.
Alégrate
de todo el bienestar que los demás tienen y vívelos con igual alegría que
disfrutas del talento que te han regalado.
La
cultura debe excluir la avaricia en todas sus manifestaciones evitado cualquier
acto de egoísmo o vanagloria. La compañía de la humildad siempre enriquecerá
nuestro Ser trasportándonos hacia un estadio de afecto y amor fraternal
reciproco y desinteresado.
Aquellos
que proclaman la Emancipación por ambición personal nunca serán escogidos por
ella como testimonios de su grandeza.
Aportemos,
pues, amor puro evitando el desprecio al otro bajo ninguna premisa ni razón.
En nuestro Territorio, como
distinguidos por la generosidad, debemos recuperar las heridas reciprocas que
la envidia, entre otras razones, ha provocado entre hermanos por el alejamiento
del respeto mutuo.
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