A través de la acción encontramos a la Emancipación.
He podido comprobar, después de diversas observaciones, dilatadas en el tiempo que "aquello que se estanca se corrompe". El camino hacia "la verdad del alma" está en la profundización, en el fluir de los conceptos que regeneran nuestros estados de ánimo. La búsqueda, por tanto, es un imperativo humano que requiere de apertura e intercambio dado que "la realidad" es una concepción íntima y no universal.
Lo que denominamos "verdad" nos posee y no la poseemos, aunque cada uno de nostros tiene la suya y hay que respetarla. No obstante estemos alertas pues caemos en la tentación de querer adueñarnos de ella, nos convertimos en peligrosos pues, "la verdad" sin ir acompañada de amor y belleza es un fundamentalismo grotesto.
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