"El amor es un bien común"
El rostro de la EMANCIPACIÓN nos lo imaginamos con una dulzura
singular que nos cautiva el corazón y eleva el espíritu. Tal armonía nos
introduce por el camino de la reflexión y del silencio interior separándonos
del banal ruido que el mundo nos ofrece.
Tal ensoñación puede trasportamos hacia un edén de paz donde el
alma hierve para redimirnos de la vulgaridad que el egoísmo nos viste día a
día.
Cuando el sueño se revela y aparece la imagen definida
de la “emancipación” la sorpresa nos invade y asusta: la EMANCIPACIÓN eres tú
que te liberaste del Leviatán del YO.
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