Todos sentimos el anhelo de lo salvaje. Y este anhelo tiene muy pocos antídotos culturalmente acepyados. Nos han enseñado a avergonzarnos de este deseo. Nos hemos dejado el cabello largo y con él ocultamos nuestros sentimientos. Pero la sompra de la Mujer Salvaje acecha todavía a nuestra espalda de día y de noche. Dondequiera que estemos, la somba qu trota detrás de nosotros tiene sin duda cuatro patas.
Doctora Clarissa Pinkola.
Todos los animales salvajes como la Mujer Salvaje son especies en peligro de exinción. En el transcurso del tiempo hemos presenciado cómo se ha saqueado, rechazado y reestructurado la naturaleza femenina instintiva. Durante largos períodos, ésta ha sido tan mal administratada como la fauna silvestre y las tierras vírgenes. Durante miles de años, y mirar el pasado para darnos cuenta de ello, se la ha relegado al territorio más yermo de la psique. A lo largo de la historia, las tierras espirituales de la Mujer Salvaje han sido expoliadas o quemadas,sus guaridas se han arrasado y sus ciclos naturales se han visto obligados a adaptarse a unos ritmos artificiales para complacer a los demás.
2 comentarios:
La mujer relegada, la historia no cambia, olvida su yo para como bien dices, complacer a los demás.
Saludos veraniego Paco.
Esos ratos de salvajismo aportan mucho al día día. Yo creo que sería bueno fomentar su búsqueda.
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