
La estupidez emocional permite la perpetuación de la ley del péndulo o los bandazos en la conducta humana. Como observamos en muchas relaciones (entre madres e hijos, parejas, etcétera) uno orpime al otro durante un tiempo. Se perpetúa un cierto abuso o maltrato hasta que, de pronto, la situación gira y se invierten los papeles. Por ejemplo, si reñimos y castigamos en exceso a un ser próximo, de modo reactivo e inconsciente, llega un punto en que esto se vuelve contra nosotros (la parte castigadora), que o bien sentiremos culpa y tenderemos a "sobre-compensar"al otro, o pasaremos a cosechar de él la aversión que hemos sembrado. Si por el contrario, nos dejamos sojuzgar o castigar, finalmente pasaremos de ser la parte maltratada a revelarnos, o como dice la expresión popular "rebotarnos" atacando desproporcionadamente, o bien rompiendo la relación. Ambas reacciones automáticas son extremas y sobre todo, inútiles porque a la larga no contribuyen en nada a mejorar las cosas: cualquier relación personal ha sucedido porque hemos contribuido a crearla -insatisfechos o no- por lo tanto, si no aprendemos "qué fallo hemos cometido", es improbable que dejemos de repetirlo. Sucede lo mismo inter`personal, pues tenemos diferentes programas; los cuales son a su vez antagónicos e incurren en guerras prolongadas de acción-reacción pendular. Por ejemplo entre el YO aplicado y el YO perezoso; entre el YO indolente y el YO tozudo o el YO obsesivo y el YO dejado. Lo que funciona es darse cuenta del péndulo, los modos de acción que desarrolla, observarlos, reconocerlos, pues ello permite entenderlos. Una vez comprendamos el papel que cada programa desempeña y como cada uno de ellos interpreta y siente la realidad, sus reacciones son más fáciles de ponderar.
3 comentarios:
¡Cuánta razón llevas, y qué poco miramos dentro de nosotros mismos! Dicen que errando se aprende a no errar, pero a veces no somos capaces de analizar en qué momento y de qué manera cometimos el fallo para subsanarlo en el futuro. Qué complejos somos y a la vez qué simples...
Un abrazo.
Um beijo carinhoso pra vc!
Helô
De los errores, las dudas e incertidumbres nacen las certezas, o como decimos coloquialmente aprendemos a fuerza de golpes.
Un saludo amigo Paco
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