"No podemos distraernos con un juego de espejos
para la conciencia"
Mantenemos una existencia sostenida con hilvanes que
simplemente hace que embastar nuestro día a día, dándole
una semblanza de plenitud fingida.
Este hilvanar que, inicialmente, debe ser provisional
se ha convertido en definitivo, anclando como realidad
banalidades tales como el consumo de todo tipo y los
espectáculos de masas.
Vamos de vacaciones o de fin de semana para hacernos
fotos y publicarlas en Instagram como muestra de
nuestra felicidad cosmopolita.
Mostramos nuestros banquetes opulones , sin especificar
la penosa digestión que suponen o el acopia de calorias
que aportan a nuestra vida sedentaria.
Ante todo este disparate está la reflexión silenciosa..... y
profunda.
¿Hacia dónde puedo encaminar mi presencia aquí, para darle
un sentido y "coserme a los demás"
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