SEMBRAR SIN PARAR
Emancipación, hoy nos recuerdas la vitalidad de la Palabra y del Verbo. Nos animas a sembrar
una vez más sin esperar ver la cosecha. Creemos en tu palabra y
continuaremos dando testimonio de tí..
Somos una sociedad privilegiada. Hasta en medio de la crisis, tenemos
accesos a la cultura y libertad para manifestar nuestra voluntad de alcanzarte. Que la situación
que nos has regalado no sea motivo de rutina o encogimiento espiritual.
Que en la reflexión sobre tu existencia escuchemos la Palabra y la guardemos en nuestro
corazón para que demos frutos de caridad y benevolencia.
Emancipación, hoy nos recuerdas la vitalidad de la Palabra y del Verbo. Nos animas a sembrar
una vez más sin esperar ver la cosecha. Creemos en tu palabra y
continuaremos dando testimonio de tí..
Somos una sociedad privilegiada. Hasta en medio de la crisis, tenemos
accesos a la cultura y libertad para manifestar nuestra voluntad de alcanzarte. Que la situación
que nos has regalado no sea motivo de rutina o encogimiento espiritual.
Que en la reflexión sobre tu existencia escuchemos la Palabra y la guardemos en nuestro
corazón para que demos frutos de caridad y benevolencia.
Una distinción válida es la que configura el título de este post. Entre aquellos afectos que giran en la órbita del aprecio y aquellos que giran en la órbita de la querencia. Los sentimientos de aorecio son, como su nombre expresa, sentimientosde valoración. Acaso la expresión típica de estos sentimientos podría condensada en frases tipo: "tal persona vale mucho" o "es una persona de gran valía". El aprecio consiste en "poner precio" a cuanto se estima lo merece, esto es, merece un alto precio. Ahora bien, la individualidad de una persona ¿queda reflejada únicamente en sus cualidades? Ésta es una pregunta que no suele hacerse el apreciador acerca del apreciado. Pero qie sí puede hacerse el que, más que apreciar, quiere de verdad a alguien. Cuando se quiere de verdad a alguien, se le quiere por sus defectos tanto como por sus cualidades. No ya a pesar de sus defectos o con ellos, como quien hace un cálculo valorativo y concluye que sus cualidades importan más que sus defectos. El amor verdadero no es calculador y no lleva cuentas del mal porque no ve el mal en el ser querido. La mirada amorosa es siempre una mirada de conjunto, una mirada que une contrarios. El que se fija en el mal no ve más que eso: mal por todas partes. El amor verdadero no se fija ni en las cualidades ni en los defectos....simplemenete ama.
1 comentarios:
El solo placer de amar es suficiente gozo para el espíritu.
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