del ser humano y sin embargo no es igual para todos.
Cada uno tiene su costumbre y vive con ella,
ya sea en la gloria o en el desastre.
Los generosos, y en especial los filántropos,
tiene la costumbre de ayudar al prójimo.
Los tiranos y los déspotas suelen tener
la costumbre de torturar, invadir y asesinar.
Todos somos un poco esclavos de nuestras costumbres,
porque ellas no nos sueltan,
nos diseñan un caráctar o adjudican un temple.
Benedetti.
MIEDO versus VALENTÍA
....camino de la ESPERANZA.
"El sujeto sólo puede desear,sólo el objeto puede seducir"
Siempre hemos vivido del esplendor del sujeto, y de la miseria del objeto. El sujeto es el que hace la historía, el que totaliza el mundo. Sujeto individual o sujeto colectivo, sujeto de la conciencia o sujeto del inconciente, el ideal de toda metafísica es el del un mundo-sujeto, el objeto no es más que una peripecia en el camino real de la subjetividad.
El objeto es maldito, obsceno, pasivo, prostituido, es la encarnación del Mal. Esclavo, su única promoción consistirá en entrar en una dialéctica del amo y del esclavo, en la que sin duda se ve asomar el nuevo evangelio, la promesa para el objeto de ser transfigurado en sujeto.
En nuestra sociedad cotidiana TODOS, o perdón la inmensa mayoría, somos objetos del miedo y su comodidad que, guiado por unos cuántos SUJETOS, nos esclavizan para la eternidad. Así perdemos un enorme potencial transitando por los oropeles de las pocilgas.
Debemos distinguir entre tener miedo y ser un cobarde, porque son fenómenos que pertenecen a niveles distintos. El miedo es una emoción, la cobardía un comportamiento.
El ser humano siente miedo y responde psicológicamente al miedo con mecanismos muy próximos a los que usan los animales: huida, ataque, inmovilidad y sumisión. ¿Qué otra cosa puede el ciervo sino huir del leopardo?
El ser humano quiere vivir por encima del miedo. Sabe que no puede eliminarlo, sin caer en la locura o en la insensibilidad, pero quiere actuar a pesar de él.
....camino de la ESPERANZA.
"El sujeto sólo puede desear,sólo el objeto puede seducir"
Siempre hemos vivido del esplendor del sujeto, y de la miseria del objeto. El sujeto es el que hace la historía, el que totaliza el mundo. Sujeto individual o sujeto colectivo, sujeto de la conciencia o sujeto del inconciente, el ideal de toda metafísica es el del un mundo-sujeto, el objeto no es más que una peripecia en el camino real de la subjetividad.
El objeto es maldito, obsceno, pasivo, prostituido, es la encarnación del Mal. Esclavo, su única promoción consistirá en entrar en una dialéctica del amo y del esclavo, en la que sin duda se ve asomar el nuevo evangelio, la promesa para el objeto de ser transfigurado en sujeto.
En nuestra sociedad cotidiana TODOS, o perdón la inmensa mayoría, somos objetos del miedo y su comodidad que, guiado por unos cuántos SUJETOS, nos esclavizan para la eternidad. Así perdemos un enorme potencial transitando por los oropeles de las pocilgas.
Debemos distinguir entre tener miedo y ser un cobarde, porque son fenómenos que pertenecen a niveles distintos. El miedo es una emoción, la cobardía un comportamiento.
El ser humano siente miedo y responde psicológicamente al miedo con mecanismos muy próximos a los que usan los animales: huida, ataque, inmovilidad y sumisión. ¿Qué otra cosa puede el ciervo sino huir del leopardo?
El ser humano quiere vivir por encima del miedo. Sabe que no puede eliminarlo, sin caer en la locura o en la insensibilidad, pero quiere actuar a pesar de él.
3 comentarios:
Siempre leo tu blog, Paco, aunque nunca dejo mis comentarios.
Me quedo con esta frase preciosa "el miedo es una emoción, la cobrardía un comportamiento".
¡Cuantas cosas perdemos en nuestra vida, que de verdad nos importan, por cobardía!
Me gusta mucho todo lo que publicas.
Hoy prefiero tener miedo, ese que paraliza el amor, para así evitar dolor. A veces viene bien construirse un caparazón y escabullirse en él, cerrar la puerta, esperar un tiempo, seguro luego se abre una ventana, entra la luz y todo vuelve a empezar.
Besitos amigo Paco. Feliz fin de semana
Querido Paco
hoy visité alguien con una voz muy dulce... luego entré al portal de cristal azul a remover el moho de las baldosas azulejadas... di vueltas por el mundo y lo tuve en un puño... allí comprendí que para hacerlo realmente mío debo colgar la cobardía... el símbolo de la cobardía es la llave dorada que tengo colgada en mi cuello... es por ella que se ahogan las palabras... es por ella que quedan ciegos mis ojos... es por ella que camino lento... devolveré mañana la llave dorada a su antiguo dueño... libero mis pasos, mis palabras y la luz de mis ojos... así libero también mis sueños nuevos... no dejaré de correr hasta alcanzar mi pequeña choza grande en paz y a la luz... pero sin reflejos dorados
Es tiempo de acción y no de miedo.
Besos querido amigo
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