"Hay que repartir la dicha"
La soledad se ha adueñado de la calle. El vacio indica un inicio de hostilidades entre contrincantes desconocidos. La muerte ha iniciado su ofensiva anónima contra cada uno de nosotros y su intención es hacernos desaparecer de los jardines lúdicos del placer.
Su cruzada mortal no tiene compasión y todos somos su objetivo. Es impenitente e implacable y sin compasión alguna todos somos su enemigo. Pero ¿a quién obedece la muerte ? ... ¿alguien mueve su voluntad? Sin duda la muerte está en nosotros mismos. Forma parte del equipaje de la vida y su actitud dependerá de la voluntad, también anónima de los humanos que ocultos en su egoismo mueven los hilos de la soberbia para terminar con sus semejantes.
¡¡¡ la muerte se relame en su éxito mientras tú obvias su presencia !!!