
"El Espíritu de la Emancipación está permanentemente en tí invitándote al reto del abandono del YO, no lo desprecies"
No
es todas las horas del día ni todos los días, estamos igual pues no somos un muñeco.
Sin
duda somos "caprichosos" y "desiguales" y actuamos,
mayormente, al ritmo de las emociones, creencias, conveniencias y estados de
ánimo.
Quizá
no percibimos éstos cambios pero existen y nos presentan, ante "el
otro" como personas volátiles, inestables y poco evolucionadas.
Bien,
es inevitable vivir estados de ánimo diferentes que generan emociones
diversas; pero debemos alejarnos de satisfacer caprichos y conveniencias. Por
respeto social, nuestra imagen pública debe alejarse del egoísmo las mayores
horas posibles. Comprometernos con la estabilidad emocional digna de personas
referente y cultivadas.
Huir
de poner en práctica el: "yo lo que me pida el cuerpo caiga quién
caiga" y a pasar el rato alejando las penas.
Existimos
para "el otro" dentro de un recíproco respeto pero esencialmente
existes para potenciar tu talento.
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