TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



¿COMPRAS LAS CREENCIAS DE OTROS?




NI DOGMAS NI GURÚS
"Ten mucho cuidado de aquellos que te vendan sus propias creencias, pues están obstaculizando tu propio descubrimiento de la vida" (Anthony de Mello)

Cuentan que un sabio explicaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre la entendían. "Maestro", le dijo uno de ellos una tarde. "Tú nos cuentas los cuentos, pero no nos explicas su significado". "Pido perdón por eso", se disculpó el maestro. "Permíteme que para enmendar mi error te invite a comer un rico melocotón". "Gracias maestro", respondió el alumno. "Quisiera, para agasajarte, pelarte el melocotón yo mismo. ¿Me permites?" "Sí. ¡Muchas gracias!". "¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo?", le preguntó seguidamente el sabio. "Me encantaría, pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro". "No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte. Permíteme también que te lo mastique antes de dártelo". Y el alumno, con cara de asco, gritó nervioso: "¡No, maestro! ¡No me gustaría que hicieras eso!". El sabio hizo una pausa y concluyó: "Si yo os explicara el sentido de cada cuento, sería como daros de comer una fruta masticada".
Desde un punto de vista emocional, nadie puede ayudarnos. Como mucho, los demás pueden acompañarnos en nuestro proceso. Pensar lo contrario es un acto de soberbia y de superioridad. Las personas que creen que ayudan suelen posicionarse por encima de los que reciben dicha ayuda. En cambio, las personas que ejercen temporalmente el rol de acompañantes procuran mantenerse al mismo nivel, posibilitando que el aprendizaje sea recíproco. En vez de dar consejos y recetas sobre la manera en la que otros deberían vivir sus vidas, es mucho más útil y eficiente hacer preguntas y compartir reflexiones que nos permitan crecer en comprensión.
VICTIMISMO Y PATERNALISMO
"La mayoría de personas que ansían la libertad no quieren renunciar a sus cadenas" (Khalil Gibran)El triunfo de la autoayuda tiene mucho que ver con la pérdida progresiva de credibilidad que están padeciendo las instituciones religiosas. De hecho, algunos sociólogos afirman que la autoayuda está en camino de convertirse en la gran religión del siglo XXI. Lo cierto es que ambas comparten una serie de paralelismos, entre los que destaca el paternalismo. Esta similitud pone de manifiesto el victimismo imperante en nuestra sociedad. En general, queremos que alguien o algo resuelvan nuestros problemas y conflictos. Por eso solemos aferrarnos a personas o instituciones que nos ofrezcan consuelo y nos garanticen seguridad.
De entre las personas que buscan asesoramiento para mejorar cualquier ámbito de su vida -ya sea a través de libros, cursos o consultas privadas-, muchos buscan un parche con el que aliviar su malestar a corto plazo. Fruto de la desesperación, anhelan dar con una fórmula mágica que erradique definitivamente su sufrimiento. Muy pocos estamos dispuestos a cuestionarnos a nosotros mismos, asumiendo que somos cocreadores y corresponsables no solo de nuestro estado de ánimo, sino también de nuestras circunstancias actuales. Tanto es así, que en la jerga del crecimiento personal empieza a hablarse acerca de los "cursillistas". Es decir, individuos que empalman un curso tras otro, del mismo modo que devoran decenas de libros de autoayuda sin apenas dedicar tiempo para digerir, procesar y -lo más importante- poner en práctica dicha información.
Si verdaderamente estamos motivados para cultivar el arte de la felicidad, la acumulación de conocimiento puede llegar a ser un obstáculo. Más que eruditos, lo esencial es que aprendamos a ser sabios. Y la sabiduría podría definirse como la capacidad de obtener resultados de satisfacción de forma voluntaria, lo cual es una cuestión de compromiso y entrenamiento. Y es que sabe más acerca del perdón quien ha perdonado una vez a alguien, que quien ha leído libros y hecho cursos sobre "aprender a perdonar" y todavía no ha perdonado. Dado que hay tantas herramientas y tantos profesionales en el mercado, es necesario que desarrollemos nuestro propio criterio. A la hora de escoger un referente, es más importante la energía que nos transmite su presencia que los títulos que cuelgan de la pared de su despacho.
Aunque se suelan meter en el saco de la autoayuda, existen muchas corrientes de pensamiento que promueven una verdadera curación a medio plazo. El denominador común de todas ellas es el autoconocimiento, un proceso que nos permite descubrir cómo funcionamos y qué necesitamos para ser felices. De hecho, la comprensión y sabiduría ya se encuentran en nuestro interior. Tan solo hemos de eliminar las capas de condicionamiento que nos separan de ellas. Eso sí, el primer paso suele ser el más difícil, pues consiste en vencer el miedo a conocernos.
CUESTIÓN DE HUMILDAD
"No puedo enseñaros nada, solamente puedo ayudaros a buscar el conocimiento dentro de vosotros mismos, lo cual es mucho mejor que traspasaros mi poca sabiduría" (Sócrates)Lo mejor que podemos hacer quienes nos dedicamos profesionalmente al crecimiento personal es actuar como espejos donde los demás puedan verse reflejados. Lo importante es el mensaje, no el mensajero. De ahí que parte de nuestro aprendizaje consista en preservar la humildad. Para lograrlo hemos de estar comprometidos con nuestro propio autoconocimiento, trascendiendo la necesidad emocional de "ser alguien" (relacionada con el ego) y la necesidad económica de "conseguir algo", vinculada con la ambición y la codicia. Así es como podemos disfrutar de nuestra profesión con una auténtica vocación de servicio.
La autocrítica no solo es signo de madurez, sino que es la base sobre la cual construir una sana y honesta ética profesional. Y esta es especialmente necesaria en un ámbito tan delicado como es el de la autoayuda. Lo que está en juego es nuestra capacidad para inspirarnos los unos a los otros para aprender a disfrutar más plenamente de este milagro que llamamos "vida".

No te creas nada, experiméntaloHablar acerca de la felicidad y del sentido de la vida suele encender nuestras alarmas y ponernos a la defensiva. Y no es para menos. Hay tantos caminos para encontrar lo que estamos buscando como seres humanos existen en el planeta. Pero, dado que todos compartimos una misma naturaleza humana, existen ciertas claves que pueden facilitarnos dicha senda. Eso sí, en relación con este proceso de aprendizaje es imprescindible que no nos creamos nada de los que nos digan, incluyendo, por supuesto, la información contenida en este artículo. Ya nos han vendido demasiadas creencias acerca de quiénes somos y de cómo hemos de vivir nuestra vida. De ahí que sea fundamental que recibamos con escepticismo y pensamiento crítico cualquier reflexión de este tipo. De lo que se trata es de verificar la información a través de nuestra propia experiencia. 

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