
¿Puede
el Todo obviar la Parte ?
Para aclarar la duda debemos puntualizar que es el
¿todo y la parte?
Aquí ya pueden nacer las
primeras discrepancias entre mortales. Para unos el TODO es la familia; para
otros su pueblo o ciudad. En cambio, hay
quién daría su vida por cierta agrupación de referentes de pertenencia -nacionalidad-
.
Los menos consideran ese TODO
como la humanidad completa que se nutre de diferentes partes.
¿Entonces?
Podemos aceptar que la
infinita suma de las partes configura un "todo" y que este por su
condición es indeterminable.
Así, el humano, centra su
existencia en la proximidad de "la parte" ignorando el sentido que
está dentro de la constelación del "todo".
Las infinitas vivencias del
humano dentro de una secuencia intencionada y comprendida de la
"parte" constituyen un cuerpo provisional del "todo" al que
llamamos cultura.
El camino por recorrer, por
desconocido, lo denominamos divino dado que es la fuerza y el estímulo para
seguir creciendo.
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