TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



¿apego? ¿para qué?



Des-apego
El único modo de cambiar es cambiar tu comprensión. Pero ¿qué significa comprender? ¿Qué hacemos para comprender? Considera que estamos esclavizados por diversos apegos; estamos esforzándonos por reordenar el mundo para poder conversar esos apegos, porque el mundo es una amenaza constante para ellos. Tengo miedo de que un amigo deje de quererme; es posible que él o ellas acuda a otra persona. Tengo que seguir siendo atractivo porque tengo que llagar a esa persona. Alguien me ha lavado el cerebro para hacerme creer que necesito su amor. Pero en realidad no es así. No necesito el amor de nadie; sólo necesito estar en contacto con la realidad. Tengo que salir de esta prisión mía, de esta programación, de este condicionamiento, de estas falsas creencia, de estas fantasías. TENGO QUE SALIR A LA REALIDAD. La realidad es encantadora, es un deleite absoluto. La vida eterna es el ahora. Estamos rodeados por ella, como peces en el mar, pero no nos damos cuenta en absoluto. Estamos demasiado distraídos por estos apegos. El mundo se reordena temporalmente para adaptarse a nuestro apego, y entonces decimos “Si, genial, ¡mi equipo ha ganado! Pero espera un momento; eso va a cambiar: mañana estarás deprimido. ¿por qué seguimos haciendo esto?
Haz este ejercicio durante unos minutos: piensa en algo o en alguien a quien estés apegado; en otras palabras, algo o alguien sin quien crees que no podrías ser feliz. Podría ser tu trabajo, tu profesión, tu carrera profesional, tu amigo, tu dinero: puede ser cualquier cosa. Y di a esa persona u objeto: “En realidad no te necesito para ser feliz. Sólo estoy engañándome con la creencia de que no seré feliz sin ti. Pero en realidad no te necesito para mi felicidad puedo ser feliz sin ti. Tú no eres mi felicidad; tú no eres mi alegría” Si estás apegado a una persona, él o ella no va a sentirse muy feliz de oír eso, pero díselo de todos modos. Puedes decirlo como un secreto. En cualquier caso, estarás estableciendo contacto con la verdad; estarás demoliendo una fantasía. La felicidad es un estado de no ilusión, de abandonar la ilusión.
O podrías probar otro ejercicio: piensa en una ocasión en la que tuviste el corazón roto y pensaste que no volverías a ser feliz. ¿Qué ocurrió? El tiempo transcurrió, y si conseguiste elegir otro apego o conseguiste encontrar a alguna otra persona por la que te sentiste atraído, ¿qué pasó con el viejo apego? En realidad no lo necesitabas para ser feliz, ¿o sí? Debería servirte de lección; pero no aprenderemos nunca. Estamos programados; estamos condicionados. Qué liberador es no depender emocionalmente de nada. Si pudieras tener esa experiencia durante un segundo, saldrías de tu prisión y alcanzarías a ver el cielo abierto. Algún día, tal vez, llegarías a volar.
Tenía miedo de decir esto, pero hablé con la Emancipación y le dije que no la necesitaba. Mi reacción inicial fue: “Esto es tan contrario a todo lo que me han enseñado”. Ahora bien, algunas personas quieren hacer una excepción con su apego a la Emancipación. Dicen “Si la Emancipación es lo que pienso que debería ser, ¡no le va a gustar que suelte mi apego hacia Ella!” De acuerdo, si piensas que no vas a ser feliz a menos que tengas a la Emancipación cuidándote, entonces Ella la que está pensando que nada es verdadero. Estás pensando en un estado de sueño, de ensoñación profunda; estás pensando sólo en un concepto. A veces tienes que abandonar el concepto de Emancipación exógeno para encontrarla endógenamente.
Hemos estado tan cegados por todo que no hemos descubierto la verdad básica de que los apegos hieren las relaciones en lugar de afianzarlas. Recuerdo el miedo que tenía de decirle a un amigo mío: “En realidad no te necesito. Puedo ser perfectamente feliz sin ti. Y, diciéndote esto, siento que puedo disfrutar de tu compañía completamente: no más ansiedades, no más celos, no más posesividad, no más apego. Es un placer estar contigo cuando disfruto de ti sin apego. Tú eres libre y yo también. Pero estoy seguro de que para muchos de vosotros esto es como hablar otro idioma. Me llevó muchos meses entenderlo plenamente. No lo entendía porque mi cultura y mi sociedad en general me habían enseñado a ver la gente en términos de mis apegos.

¡¡¡despierta y rompe con esa prisión!!!

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