TEXTOS PARA EL ALMA 868

"Hay derrotas que tienen más dignidad que una victoria" 

Emanciparte es aceptar la soledad. Aquí estriba el reto del humano. No todos "despertamos" igual ni al mismo tiempo. Nacemos, los afortunados, rodeados de personas que nos dan calor existencial. De ellos aprendemos a descifrar algo la vida y especialmente a sobrevivir en el entorno. Más si somos curiosos y deseamos caminar por nuestra cuenta, el camino se complica.
Empieza la soledad y, a medida que te alejas del cómodo entorno de cuna, los peligros acechan.
El principal enemigo "eres tu" pues envuelto en la vanidad y soberbia puedes autodestruirte al intentar satisfacer tu ego. 
La Emancipación no tiene principio ni final. Es un evolucionar infinito y requiere abrazar a la soledad, quién por cierto, nunca traiciona.
Caminar por la cumbre que nos regala la Emancipación es algo inexplicable. A lo lejos ves tu entorno natal que sus tonalidades dibuja nuestro recuerdos de vida.
Más es la distancia hacia la soledad lo que determina nuestro verdadero reto, nuestro verdadero objetivo.
Una docta soledad no debe darnos miedo pues está llena de matices y sonidos.
Cuando camines por ella, entenderás, lo inútil que resulta para la evolución la tóxica compañía.