Las horas sonaban en le campanario. Varios gorriones
bebían con el balanceo de un junquillo. La literatura
anónima iba de mesa en mesa.
Y tú no estabas.
Entonces
Volví el rostro y vi todas las injusticias que hay bajo la
capa del cielo, y he aquí, que había lágrimas en los
que padecían injusticias sin que nadie les consolara.
Y los que cometían injusticias eran demasiados
poderosos y nos mentían. Y alabé a los muertos,
porque había muerto ya.
Te busqué entre los sudarios y tú no estabas.
¡¡¡Entonces!!! Note la frialdad de las almas apenadas,
De las ilusiones perdidas y allí te encontré a ti, vida
bebían con el balanceo de un junquillo. La literatura
anónima iba de mesa en mesa.
Y tú no estabas.
Entonces
Volví el rostro y vi todas las injusticias que hay bajo la
capa del cielo, y he aquí, que había lágrimas en los
que padecían injusticias sin que nadie les consolara.
Y los que cometían injusticias eran demasiados
poderosos y nos mentían. Y alabé a los muertos,
porque había muerto ya.
Te busqué entre los sudarios y tú no estabas.
¡¡¡Entonces!!! Note la frialdad de las almas apenadas,
De las ilusiones perdidas y allí te encontré a ti, vida
mía; muerta por vivir y viva por no morir
1 comentarios:
La poesia ben feta i profunda és un do de la natura per qui la té.
Quantes coses boniques és poden dir amb la paraula!!
I, tenen sentit?.
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