TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



¿OLVIDAMOS EL YO? SI ABANDONAS EL APEGO LLEGARÁ EL AMOR





Humildad:


La humildad es una cualidad o característica humana que es atribuida a toda persona que se considere un ser pequeño e insignificante frente a lo trascendente de su existencia o a Diossegún si se habla en términos teológicos. Una persona humilde generalmente ha de ser modesta y vivir sin mayores pretensiones: alguien que no piensa que él o ella es mejor o más importante que otros. El concepto de la humildad en varias confesiones es a menudo mucho más exacto y extenso. La humildad no debe ser confundida con la humillación, que es el acto de hacer experimentar en algún otro o en uno mismo una avergonzante sensación, y que es algo totalmente diferente.Desde la perspectiva de la evolución espiritual, la humildad es una virtud de realismo, pues consiste en ser conscientes de nuestras limitaciones e insuficiencias y en actuar de acuerdo con tal conciencia. Más exactamente, la humildad es la sabiduría de lo que somos. Es decir, es la sabiduría de aceptar nuestro nivel real evolutivo.La humildad en las personas es toda aquella cualidad que revela el completo concepto de lo que es el ser humano, es la verdadera virtud que muestra en un más completo sentido lo que convierte a una persona en humano. Los grados de la humildad:




1 conocerse,


2 aceptarse,


3 olvido de si,


4 darse.




1 -Conocerse: conocer la verdad de uno mismo.Ya los griegos antiguos ponían como una gran meta el aforismo: "Conócete a ti mismo". La Biblia dice a este respecto que es necesaria la humildad para ser sabios: Donde hay humildad hay sabiduría . Sin humildad no hay conocimiento de sí mismo y, por tanto, falta la sabiduría.


2 -Aceptarse: Una vez se ha conseguido un conocimiento propio más o menos profundo viene el segundo escalón de la humildad: aceptar la propia realidad. Resulta difícil porque la soberbia se rebela cuando la realidad es fea o defectuosa. Aceptarse no es lo mismo que resignarse. Si se acepta con humildad un defecto, error, limitación, se sabe contra qué luchar y se hace posible la victoria. Ya no se camina a ciegas sino que se conoce al enemigo. Pero si no se acepta la realidad, ocurre como en el caso del enfermo que no quiere reconocer su enfermedad: no podrá curarse. Pero si se sabe que hay cura, se puede cooperar con los médicos para mejorar. Hay defectos que podemos superar y hay límites naturales que debemos saber aceptar.Vive según tu conciencia o acabarás pensando como vives. Es decir, si tu vida no es fiel a tu propia conciencia, acabarás cegando tu conciencia con teorías justificadoras.


3 -Olvido de sí. El orgullo y la soberbia llevan a que el pensamiento y la imaginación giren en torno al propio yo. Muy pocos llegan a este nivel. La mayoría de la gente vive pensando en si mismo, "dándole vuelta" a sus problemas. El pensar demasiado en uno mismo es compatible con saberse poca cosa, ya que el problema consiste en que se encuentra un cierto gusto incluso en la lamentación de los propios problemas. Parece imposible pero se puede dar un goce en estar tristes, pero no es por la tristeza misma sino por pensar en sí mismo, en llamar la atención. El olvido de sí no es lo mismo que indiferencia ante los problemas. Se trata más bien de superar el pensar demasiado en uno mismo. En la medida en que se consigue el olvido de sí, se consigue también la paz y alegría. Es lógico que sea así, pues la mayoría de las preocupaciones provienen de conceder demasiada importancia a los problemas, tanto cuando son reales como cuando son imaginarios. El que consigue el olvido de sí está en el polo opuesto del egoísta, que continuamente esta pendiente de lo que le gusta o le disgusta. Se puede decir que ha conseguido un grado aceptable de humildad. El olvido de sí conduce a un santo abandono que consiste en una despreocupación responsable. Las cosas que ocurren -tristes o alegres- ya no preocupan, solo ocupan.


4 -Darse. Este es el grado más alto de la humildad, porque más que superar cosas malas se trata de vivir la caridad, es decir, vivir de amor. Si se han ido subiendo los escalones anteriores, ha mejorado el conocimiento propio, la aceptación de la realidad y la superación del yo como eje de todos los pensamientos e imaginaciones. Si se mata el egoísmo se puede vivir el amor, porque o el amor mata al egoísmo o el egoísmo mata al amor.Una persona humilde al librarse de las alucinaciones de la soberbia ya es capaz de querer a los demás por sí mismos, y no sólo por el provecho que pueda extraer del trato con ellos.Cuando la humildad llega al nivel de darse se experimenta más alegría que cuando se busca el placer egoístamente. La persona generosa experimenta una felicidad interior desconocida para el egoísta y el orgulloso.

¿INTUICIÓN?




Podemos fiarnos de la Intuición?
JENNY MOIX


Lo dijo Einstein: “La única cosa realmente valiosa es la intuición”. No se trata de decidir todo a golpe de corazonadas, pero tampoco de ignorar totalmente las ideas ‘sentidas’ más que ‘pensadas’.
Supongamos que sufrimos una serie de síntomas para los cuales los médicos no encuentran un diagnóstico. Decidimos acudir a un prestigioso centro médico y allí nos plantean dos alternativas para diagnosticarnos. La primera consiste en introducir los signos de nuestra enfermedad en un potente ordenador cuyo software se basa en los últimos avances científicos. En el segundo caso, el diagnóstico deberemos dejarlo en manos de un reconocido especialista con muchos años de experiencia. ¿Qué camino elegimos? Probablemente, la mayoría de nosotros preferiremos confiar en el médico. Aunque no dudamos de que el ordenador utilizará una lógica implacable, sabemos que el experto, como humano que es, posee una potente herramienta de la que la computadora carece: la intuición. Si nos examina un especialista de carne y hueso, su cerebro puede captar, aunque él no sea consciente de ello, signos sutiles que sean la clave para conducir a un diagnóstico correcto, lo cual es tarea imposible para el ordenador.
“No caigamos en la trampa de pensarque la ciencia solo se basa en análisis y lógica, la intuición es responsable de su avance”
“Es habitual que pensamientos brillantes surjan cuando estamos relajados. En ese momento nuestra pantalla está más limpia”
Cuando intuimos parece como si nuestro cerebro nos regalara una idea que no sabemos de dónde ha salido. La intuición es una especie de trabajo subterráneo, procesamos la información inconscientemente. Este es uno de los aspectos que más lo diferencian del pensamiento lógico-racional, para el cual tenemos que hincar los codos. Al intuir, nuestras neuronas se ocupan ellas solas del tema.
A diferencia del pensamiento deliberativo, la intuición solemos relacionarla con las emociones. Y es que cuando intuimos notamos que sentimos esa idea y no que la pensamos.
Según Robin M. Hogarth, las intuiciones las podemos clasificar en dos grandes bloques. Un tipo serían los juicios intuitivos retrospectivos que son de naturaleza diagnóstica. El ejemplo anterior se ubicaría perfectamente en esta clase. Y en la segunda categoría se encontrarían las inferencias prospectivas; es decir, las predicciones.
Un viejo pescador que adivina el tiempo que hará durante el día con solo echar un vistazo al cielo constituiría un claro ejemplo de esta segunda categoría. Si a ese pescador y también a un experto meteorólogo les pidiéramos que nos enseñaran su técnica de predicción, ¿quién nos la explicaría con más claridad? Sin duda alguna, el científico. Él sabe muy bien en qué se basa y qué pasos deductivos da para llegar a la conclusión. El cerebro del pescador se basaría en la gran recopilación de datos que ha ido haciendo a lo largo de sus salidas a la mar para deducir de forma automática las intenciones de las nubes.

¿ES MALO PENSAR?




La tarea de pensar deja de consistir en pensar lo pensable, en tanto es lo inteligible y lo que se ajusta a logos.

Podemos aceptar que la tarea de la filosofía no es el análisis de lo que se ajusta a la idea, a la inteligibilidad, sino que es la de pensar lo que da que pensar, esto es LA REALIDAD. la filosofía hasta ahora ha hablado "de la luz de la razón", de lo que se ajusta al logos representativo, pero sin prestar atención a "la claridad del SER". Y retomando el frente a los entes y a la conciencia, la tarea de pensar es una nueva vía: la de la comprensión y la del sentido. Dirigir al SER a su sentido por la vía del lenguaje, convirtiéndo el proyecto de una ontología fundamental a una metafísica del sentido donde el pensar trae al lenguaje, en su decir, sólo la palabra no hablada del SER. Todo este proceso requiere de una praxis de logificación de la inteligencia que nos permita identificar categorias de necesidades vitales que nos transporten hacia escenarios de curiosidad esencial. En este marco, impulsado por el coaching, podemos aventurarnos hacia un proceso emancipador donde la constancia nos guie dentro de la oscuridad.

Observa-te




Auto observación

Los demás sólo pueden ayudarte cuestionando tus ideas. Si estás dispuesto a escuchar, y si estás dispuesto a que te cuestionen, puedes hacer algo, pero nadie puede ayudarte. ¿Qué es lo que puedes hacer? Se llama auto observación. Nadie puede ayudarte ahí. Nadie puede darte un método. Nadie puede mostrarte una técnica. En el momento en el que eliges una técnica, vuelves a estar programado. Pero la auto observación, observarte a ti mismo, es importante. NO es lo mismo que la auto absorción. Auto absorción es preocuparte por ti mismo, estar preocupado por lo que te pasa. Ahora estoy hablando de auto observación. ¿Qué es eso?
Implica observar todas las cosas internas y externas en la medida que puedas, y observarlas como si estuvieran ocurriendo a otra persona. ¿Qué significa esta última frase? Significa que no has de personalizar lo que está ocurriendo. Significa que has de mirar las cosas como si no tuvieras ninguna conexión con ellas.
La razón por la que sufres ansiedad y depresión es que te identificas con ellas. Dices: “Estoy deprimido” Pero eso es falso. No estás deprimido. Si quieres ser preciso, podrías decir: “Ahora mismo estoy experimentando depresión” Pero no puedes decir “estoy deprimido”. Tú no eres tu depresión. Esto no es sino un extraño truco de la mente, una curiosa especie de ilusión. Te has engañado a ti mismo pensando –aunque no eres consciente de ello- que tú eres tu depresión, que eres tu ansiedad, que eres la alegría o la excitación que sientes.
“Estoy encantado” En realidad no estás encantado. Es posible que ahora mismo ese encanto esté en ti, pero espera un poco, porque va a cambiar. No durará: nunca dura; sigue cambiando, siempre está cambiando. Las nubes vienen y van: algunas son negras y otras blancas, algunas son grandes y otras pequeñas. Si queremos seguir la analogía, tú serías el cielo, que observa las nubes. Tú eres un observador pasivo y desapegado, lo cual puede resultar chocante, particularmente a los occidentales. No interfieras. No has de interferir. No trates de “arreglar” nada. ¡Mira! ¡Observa!
El problema de mucha gente es que se pasa la vida intentando arreglar cosas que no entiende. Siempre estamos arreglando cosas, ¿no es cierto? Nunca se nos ocurre que las cosas no necesitan ser arregladas. Verdaderamente es así. Está claro. Tienen que ser comprendidas. Si las comprendes, cambian.
Mello

ALEGRÍA, ALEGRÍA..




No te inquietes por las dificultades de la vida,
Por tus altibajos, por sus decepciones,
por tu porvenir más o menos sombrío.
Quiere lo que dice la Emancipación.
Ofrécele en medio de tus inquietudes y dificultades
el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo,
acepta los designios del destino.
Poco importa que te consideres frustrado,
Si la Emancipación te considera
plenamente realizado, a su gusto.
Piérdete confiado ciegamente en esa Emancipación que te quiere para sí y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas.
Piensa que estás en sus manos, tanto más fuerte asido,
cuanto más decaído y triste te encuentres.
Vive feliz te lo suplico
Vive en Paz. Que nada te altere.
Que nada sea capaz de arrebatarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus faltas morales.
Haz que brote y conserva siempre sobre tu rostro una dulce sonrisa, reflejo de la que continuamente te dirige.
Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada,
Como fuente de energía y criterio de verdad,
Todo aquello que te llene de la paz emancipadora.
Recuerda: cuanto te reprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida y de las promesas de la Emancipación.
Por eso, cuando te sientas apesadumbrado, triste:
Adora y confía.

¡RENOVACIÓN O RESURRECCIÓN?




ESCUCHA Y DESAPRENDE

A algunos nos despiertan las realidades crudas de la vida. Sufrimos tanto que despertamos. Pero la gente sigue chocando con la vida una y otra vez. Siguen caminando como sonámbulos. Nunca despiertan. Por desgracia, nunca se les ocurre que podría haber otra manera, una manera mejor. No obstante, si no has chocado con la vida la suficiente y no has sufrido lo suficiente, entonces hay otra manera: escuchar. No me refiero a que tengas que estar de acuerdo con lo que digo. Eso no sería escuchar. Créeme; en realidad no importa si estás de acuerdo con lo que digo o no. Porque el acuerdo y el desacuerdo tienen que ver con palabras, conceptos y teorías. No tienen nada que ver con la verdad. La verdad nunca se expresa con palabras. La verdad se vislumbra de repente, como resultado de cierta actitud. De modo que podrías estar en desacuerdo conmigo y aun así ver la verdad. Pero tiene que haber una actitud de apertura, de estar dispuesto a descubrir algo nuevo. Esto es lo importante, no que estés de acuerdo o en desacuerdo conmigo.
Después de todo, la mayor parte de lo que te digo sólo son teorías. Ninguna teoría explica adecuadamente la realidad. Por tanto, no puedo hablarte de la verdad, sino de los obstáculos a la verdad. Te los puedo describir. Pero no puedo describir la verdad. Nadie puede. Lo único que puedo hacer es darte una descripción de tus falsedades para que seas capaz de abandonarlas. Lo único que puedo hacer por ti es cuestionar tus creencias y el sistema de creencias que te hace infeliz. Lo único que puedo hacer por ti, en definitiva, es ayudarte a des-aprender. Éste es todo el aprendizaje en lo tocante a la espiritualidad: des-aprender, des-aprender casi todo lo que te han enseñado. Estar dispuesto a escuchar.
¿Estás escuchando, como lo hace la mayoría de la gente, sólo para confirmar lo que ya piensas? Observa tus reacciones mientras hablo. Te sentirás asombrado, o escandalizado, o irritado, o enfadado, o frustrado. O te dirás a ti mismo: “Genial”.
¿Pero estás escuchando con la esperanza de confirmar lo que ya piensas o para descubrir algo nuevo? Esto es importante. Y difícil para la gente que duerme. Odiamos lo nuevo. ¡Lo detestamos! Y cuanto antes afrontamos este hecho, tanto mejor. No queremos cosas nuevas, particularmente cuando son molestas, cuando suponen un cambio. Y de manera muy particular si tenemos que decir: “Estaba equivocado.”
Hay unas palabras de Buda que quiero traerlas aquí: “Los monjes y eruditos no deben aceptar mis palabras por respeto, sino que deben analizarlas como el orfebre analiza el oro: cortándolo, rascándolo, frotándolo, fundiéndolo”.
Cuando haces eso, estás escuchando. Has dado otro gran paso hacia la Emancipación y el despertar. El primer paso, como ya he dicho, es estar dispuesto a admitir que no te apetece despertar, que no quieres ser feliz. Dentro de ti hay todo tipo de resistencias a la felicidad. El segundo paso es estar dispuesto a comprender, a escuchar, a cuestionar todo tu sistema de creencias.  Tienes que estar dispuesto a reevaluarlas.
De Mello




Imagínate muerto.
Suelo decir a la gente que la manera de vivir realmente es morir. El pasaporte a la vida es imaginarte en tu tumba. Imagina que estás tumbado en tu féretro. En cualquier postura que desees. En India ponen a los cadáveres con las piernas cruzadas. A veces se les lleva así al crematorio y otras veces simplemente tumbados. De modo que imagina que estás tumbado y que estás muerto. Ahora mira tus problemas desde ese punto de vista. Eso lo cambia todo, ¿no?
Qué meditación tan hermosa. Si tienes tiempo, practícala cada día. Es increíble, pero te vivificas. Incluyo una meditación así en las reflexiones diarias. Ves el cuerpo descomponerse; después los huesos; después polvo. Cada vez que hablo de esto, la gente dice: “qué desagradable” pero ¿qué hay de desagradable en ello? Es la realidad. Lo que ocurre es que muchos de vosotros no queréis ver la realidad. No queréis pensar en la muerte. La gente no vive; la mayoría de vosotros no vivís, simplemente mantenéis el cuerpo vivo. Eso no es vida. No estás vivo hasta que te importa si vives o mueres. En ese momento estás vivo. Cuando estás dispuesto a perder tu vida, la vives. Pero si estás protegiendo tu vida estás muerto. Si estás sentado ahí, en el ático, y yo te digo: ¡Vamos, baja!, y tú dices: “Oh, no, he leído lo que ocurre a la gente que baja por las escaleras. Se resbalan y se rompen el cuello; es demasiado peligroso” O no consigo convencerte de que cruces la calle, por que dices: “Sabes cuánta gente muere atropellada cruzando la calle” Si no puedo conseguir que cruces la calle, ¿cómo voy a conseguir que atravieses un continente? Y si no puedo conseguir que mires más allá de tus pequeñas y estrechas creencias y convicciones, y que mires a otro mundo, estás muerto, estás completamente sordo; la vida te ha dejado en la cuneta. Estás sentado en tu pequeña prisión, donde te sientes atemorizado.
¿Estás dispuesto a arriesgar?.... Cuando has descubierto eso, cuando sabes que esto que la gente llama vida no es la verdadera vida. La gente cree erróneamente que vivir es mantener el cuerpo vivo. Por eso, acércate al pensamiento de la muerte, ámalo. Vuelve a él una y otra vez. Piensa en lo maravilloso de ese cadáver, de ese esqueleto, de esos huesos deshaciéndose hasta que sólo queda un puñado de polvo. A partir de entonces, qué alivio, qué alivio. Llegados a este punto, algunos de vosotros tal vez no sepáis de que estoy hablando; tenéis demasiado miedo para pensar en ello. Pero es un gran alivio cuando puedes mirar atrás, mirar la vida desde esa perspectiva.
O visita una tumba. Es una experiencia enormemente purificadora y gratificante. Miras a ese nombre y dices “vaya, vivió hace tantos años, hace dos siglos; debe de haber tenido todos los problemas que tengo yo; también debe de haber pasado muchas noches sin dormir. Qué locura que vivamos tan poco tiempo. Un poeta italiano dijo: “vivimos en un destello de luz; llega la tarde y se hace de noche para siempre” Es sólo un destello y nosotros lo desperdiciamos. Lo desperdiciamos con nuestra ansiedad, con nuestras preocupaciones, con nuestras ocupaciones, con nuestras cargas. Ahora bien, mientras realizas esa meditación podrías acabar solamente con información; pero también podrías acumular conciencia. Y en ese momento de conciencia, tú nuevo. Al menos mientras dure. Entonces entenderás la diferencia entre información y conciencia.
Recientemente un amigo astrónomo me explicó algunos fundamentos de astronomía.  Hasta que me lo dijo no sabía que cuando ves el sol lo estás viendo donde estaba hace ocho  minutos y medio, no donde está ahora. Porque el rayo de sol tarda ese tiempo en llegar hasta nosotros. De modo que no lo estás viendo donde está; ahora está en otra parte. Las estrellas también han estado enviándonos luz durante cientos de miles de años. Por tanto, cuando las miramos, es posible que no estén donde las vemos; podrían estar en otra parte. Y me dijo también que si nos imaginamos una galaxia, un universo entero, esta Tierra  nuestra estaría perdida hacia el final de un brazo de la Vía Láctea, ni siquiera en su centro. Cada una de las estrellas es un sol, y algunos soles son tan grandes que podrían contener el sol, la Tierra y la distancia entre ellos. Según una estimación conservadora, ¡hay cien millones de galaxias! El universo tal como lo conocemos se está expandiendo a una velocidad de más de dos millones de kilómetros por segundo. Me quedé fascinado escuchando todo esto, y cuando salé del restaurante, miré hacia arriba y tuve una sensación diferente, una perspectiva de la vida distinta. Eso es conciencia. De modo que puedes tomar todo esto como un simple hecho o de repente tener otra perspectiva con respecto a la vida: lo que somos, lo que es el universo, lo que es la vida humana. Cuando tienes esa sensación…. Es a eso a lo que me refiero cuando hablo de conciencia.
 de Mello