TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



ESTAMOS CONSTANTEMENTE JUZGÁNDONOS LOS UNOS A LOS OTROS. AL RECONOCERLO Y ACEPTAR NUESTRA LIMITACIONES EMPEZAMOS A MIRAR CON OTROS OJOS



Juzgar a los demás es tan fácil que todos sabemos cómo hacerlo. Juzgamos sus decisiones y comportamientos. Sus errores y también sus aciertos…. Nuestra capacidad para realizar juicios es tan ilimitada como nuestra compulsión a etiquetar con adjetivos todo lo que percibimos a través de nuestros sentidos. Y entonces, ¿qué es un juicio? Podría definirse como una opinión subjetiva por medio de la cual evaluamos moralmente aquello que estamos observando. El acto de juzgar surge como resultado de comparar lo que sucede (la realidad) con lo que se supone que debería suceder: una idealización de la realidad. Pongamos por ejemplo que estamos ilusionados porque hemos quedado para ir al cine con Juan. Y que poco antes nos llama para decirnos que prefiere quedarse en casa, pues está enfrascado en la lectura de un libro. Movidos por la decepción, reaccionamos diciéndole a Juan que es un “egoísta”.
Vayamos por partes. En primer lugar, el hecho de decir que “Juan es egoísta” no tiene tanto que ver con Juan, sino con nuestra manera de verlo e interpretarlo. Seguramente para otras personas “Juan no es egoísta”. Y en segundo lugar, hemos considerado que “Juan es egoísta” porque su comportamiento no se ha ajustado a nuestros deseos, necesidades y expectativas. En vez de hacer lo que nosotros queríamos que hiciera, Juan ha decidido hacer otra cosa.
En el caso de que nos creamos ciegamente que “Juan es egoísta” habremos creado un nuevo prejuicio. Es decir, “una suposición subjetiva que damos por cierta e inamovible”. Como consecuencia, cada vez que interactuemos con Juan tenderemos a observar e interpretar su conducta partiendo de dicha premisa. Y a menos que cuestionemos este tipo de pensamientos, acabaremos perpetuando una distorsión de la realidad que puede que nos impida volver a verlo tal y como verdaderamente es.
B.Vilaseca

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