TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



¿PROBLEMA O SITUACIÓN?




Nuestras reflexiones no podrán suponer que los cambios que estamos sufriendo y el tipo de sociedad a la que hemos ido a parar sea la consecuencia de una decadencia.
Quien parte de ese supuesto lo hace desde un juicio previo que es un prejuicio.
Quien parte de un prejuicio no tiene ninguna posibilidad de comprender. Quien no acepta, no comprende.
Partimos de la hipótesis de que la cultura de un grupo
equivale a un programa que incluye un sistema de comprensión y valoración de la realidad,
un sistema de actuación en el medio y un sistema de relación social.
Por conseguiente, ha de haber una estrecha relación
entre el modo de vida de los grupos y su sistema cultural.
"Salimos a buscar y no ha encontrar"

El resentimiento es como tomar VENENO y esperar qque la otra persona muera.



La EMANCIPACIÓN no tiene ni pies ni manos
simplemente te tiene a tí para mostrar su densidad
a las nuevas generaciones.
No te rindas ahora...... búscala y seguro
que llegará a tí mostrándose tan sencilla como es
la timidez de un adolescente.
Estoy resentida con mi empresa, porque no
me ha dado las oportunidades que merecía. Estoy
resentida con mi jefe, porque ha inculplido sus promesas.
Podemos definir el resentimiento como una
combinación de dolor y enojo que han quedado
retenidos, enfriados y cronificados
y esta definición incluye varios elementos que
consideramaos fundamentales. Se trata de un
estado emocional que puede mantenerse en el
tiempo durante horas, dias, meses e incluso años.
No sólo esta compuesto de rabia o enfado, sino que se
acompaña de importantes dosis de sufrimiento. Se trata
de un estado emocional que se enquista y se vuelve
crónico, como la propia palabra indica
re-sentimiento, volver a sentir.
Cuando aparece el resentimiento hacia una
persona, cualquier otra emoción que hubiera
previamente en la relación queda relegada.
Ya no se puede mirar otra cosa más que aquello
que ha quedado enquistado como foto fija haciendo
que todo lo demás desaperezca o pierda valor.
Toda situación de resentimiento tiene una conversación
asociada que opera de forma similar, se ha cometido
una injusticia; dicha injusticia ha producido un daño
irreparable y dicho daño merece ser vengado.
Estos tres elementos, injusticia, daño irreparable y
venganza son acompañantes habituales del resentimiento.
Cuando nos sentimos resentidos, nos percibimos a
nosotros mismos como víxtimas inocentes, mientras
que el otro es culpable. Sin embargo, a menudo
deberíamos aceptar que también hemos
contribuido, de una u otra forma, en el modo
en el que se produjeron los hechos.
Esto es algo que nos cuesta mucho trabajo, nos resulta más fácil fijarnos en hechos aislados para explicar
nuestro punto de vista y buscar el consenso en
nuestro entorno, para ratificar nuestra posición
"yo soy la víctima y el otro es el culpable"
El coaching trabaja la superación del resentimiento
mediante la asunción de responsabilidades, la
aceptación y el perdón. La asunción de
responsabilidades supone, aceptar que en ocasiones
hemos colaborado con la situación.
El perdón supone soltar. Si el resentimiento
significa aferrarse al pasado, el perdón es soltar
los lazos que nos atan y parar el ciclo
de sufrimiento.

¿VIVES DE Y CON TU "CUENTO".?




No se trata de condenar al capitalismo.
Se trata de alarmar-nos de los explotadores
que, sin amor, nos oprimen.
La EMANCIPACIÓN no canoniza la miseria,
sólo nos presenta los peligros de la opulencia.
Tengamos pues la valentía de
librar-nos de todo aquello que nos banaliza
y separa del amor.
El humano ha necesitado construirse un “cuento” que le acompañe en su soledad. Cada uno de nosotros transformamos nuestra realidad en una fantasía ilusoria que nos hace vivir en un espejismo a modo de una “pasarela” existencial.Aun así, nuestra ubicación no cambia y seguimos siendo el reflejo de una soledad en los cauces del consumo. Como sea que la vida ya nos viene regalada y vivimos “sedados” ante el futuro, sólo deseamos disfrutar el momento dando respuesta a los sentidos que simplemente nos diferencian de los primates a través de la conciencia.De esta conciencia diferenciadora trata el coaching dado que, a través del auto análisis, el individuo, se fortalece e impulsa su conciencia de ser y querer ser.

¿ESTUDIAS O TRABAJAS?


¿Compañeros o amigos?
FERRAN RAMON-CORTES

En las relaciones laborales, la amistad es una elección, pero la confianza debería ser una obligación. Sin ella es más difícil entenderse y llegar a ser buenos compañeros.
Hace algunos meses realicé un taller de comunicación interpersonal en una empresa en la que sus directivos se quejaban de que las relaciones entre los empleados no acababan de funcionar. Mis alumnos eran un grupo que llevaban entre dos y cinco años trabajando juntos. Como parte del taller les propuse que escribieran en un papel algún detalle personal sobre ellos que tuvieran la certeza de que los demás no conocían. La intención era leer cada uno de los papeles en público y pedir al grupo que acertara quién lo había escrito.
“Que haya confianza entre dos personas no quiere decir que se gustan, sino que se entienden y no se dejarán en la estacada”
Recogí los papeles y pensé que no me había explicado bien, porque en ellos habían escritas cosas obvias como “tengo un hijo”, “estoy separado” o “he estudiado ingeniería”. La verdadera sorpresa vino cuando al leerlos, todos fueron absolutamente incapaces de acertar a quién correspondía cada afirmación.
Comenté mis impresiones con el grupo diciéndoles que me sorprendía el bajo nivel de conocimiento que tenían los unos de los otros en lo que se refiere a sus vidas personales, y uno de los participantes, visiblemente enojado, me espetó: “Perdona, pero yo no vengo al trabajo a hacer amigos”.
Ser buenos compañeros de trabajo implica que nos tenemos confianza o, dicho de otro modo, que nos entendemos. En cambio, ser buenos amigos es un estadio diferente. Implica la existencia de un sentimiento mutuo, que se traduce en que nos gustamos.
Desde esta óptica, la confianza no está necesariamente ligada a la amistad. Es evidente que no hay amistad sin complicidad, pero debería ser también evidente que puede este tipo de relación puede existir sin amistad. Porque que haya confianza entre dos personas no quiere decir que se gustan. Quiere decir que se entienden. Quiere decir que cada uno puede confiar en que el otro mantendrá los compromisos que haya adquirido, o que no dejará al otro en la estacada. Quiere decir que cada uno de ellos hará lo mejor para el otro, con independencia de lo que sientan el uno por el otro. Personalmente he visto y he experimentado en propia piel muchas relaciones laborales de absoluta confianza, sin que hubiera ningún sentimiento de amistad de por medio. He visto personas que actuaban con total familiaridad entre ellas y que difícilmente compartirían una cena privada. Y he experimentado el entenderme perfectamente con algunos colegas con los que no he sentido jamás el impulso de compartir una copa juntos.
De alguna manera, la amistad es un sentimiento que está por encima de la confianza y que surge de manera natural en una relación cuando las personas, como suele decirse, tienen química. Pero no es necesario que exista para tejer una maravillosa y fructífera relación de compañerismo.
Mezclar trabajo y vida privada
“Sin confianza es difícil, por no decir imposible, mantener una buena relación” (James Hunter)
En las relaciones laborales, la amistad es una elección, mientras que la confianza debería ser una obligación, o al menos deberíamos perseguirla a toda costa, porque es la que propicia un buen clima de camaradería. Muchas personas establecen una clara separación, no compartiendo nada personal con sus compañeros de trabajo. Actúan bajo la convicción de que no se puede ni se debe mezclar nunca la vida privada y el trabajo.
Pero la realidad es que cada uno de nosotros somos una única persona, estemos trabajando o estemos en nuestra casa, y por mucho que queramos no podemos disociarnos a no ser que sea a costa de encerrarnos en nosotros mismos de una forma antinatural. No podemos funcionar en uno y otro ámbito como si se tratara de comportamientos estancos. Si hoy no he dormido por un problema con mi hijo, mañana en el trabajo los demás lo notarán y no podré evitarlo.
Es cierto que podemos, y en muchos casos será aconsejable, limitar los efectos de los problemas personales en el trabajo, o de los problemas laborales en casa. Es cierto también que podemos utilizar el trabajo para evadirnos de problemas personales. Pero trabajo y vida privada acaban siendo necesariamente vasos comunicantes, y lo que ocurre en un ámbito afecta al otro sin remedio.
Por ello es bueno y deseable que, entre colegas, nos conozcamos a nivel personal y seamos capaces de compartir aquella información que nos puede ayudar o que puede explicar determinados comportamientos de unos y otros. Es bueno conocer las circunstancias personales que rodean a nuestros compañeros, para poder actuar en consecuencia y echar una mano cuando se necesita o compartir una alegría cuando sea el caso. No conocer personalmente a los demás nos expone a cometer grandes errores de interpretación, y sobre todo nos impide tejer una relación de confianza que nos permita ser buenos colaboradores en el trabajo.
por estima o por amistad
“Expresar el amor con hechos, no con palabras, significa ayudar a los demás a hacer fructificar su potencial” (Chris Lowney)
En una relación sana de compañerismo, mi comportamiento debe guiarse por un principio fundamental: estimar a todos sin excepción. Chris Lowney lo expresa afirmando que “las organizaciones (…) dan lo mejor de sí cuando los miembros del grupo se respetan, se estiman y se valoran”. Pero cuando habla de estimar no está hablando de amor-sentimiento, sino que está hablando de amor-comportamiento, es decir, de hacer por los demás lo que más les pueda convenir.
El sentimiento surge de forma natural en una relación, pero el comportamiento es siempre materia de elección, y nosotros deberíamos elegir hacer por cada compañero lo que más le pueda ayudar, independientemente de lo bien o mal que nos caiga o lo que sintamos por él.
Pero la realidad es que demasiado a menudo no nos guiamos por este principio, sino que actuamos guiados por la amistad: asignamos proyectos, tenemos detalles y favorecemos –con mayor o menor consciencia– a los que nos caen mejor.
Esta forma de actuar no ayuda a crecer a los que no son nuestros amigos, sino más bien todo lo contrario, hace que se estanquen por falta de oportunidades y por poca atención por nuestra parte.
Si, por ejemplo, tenemos la potestad de decidir sobre un proyecto, deberíamos hacer participar a aquellos a quienes más les conviene para su desarrollo profesional, no a aquellos con los que nos lo pasaremos mejor trabajando. Si lo hacemos así, esto marcará la pauta de hasta qué nivel estamos dispuestos a crear cercanía con aquellos con quien no nos une la amistad.
Actuar sin favoritismos de amistad nos hará más dignos de la confianza entre los colegas y además propiciará nuevas relaciones, ya que es más fácil traducir nuestras acciones en sentimientos que traducir nuestros sentimientos en acciones.
Es cierto que entre aquellos con quienes compartimos amistad habrá quienes en un momento dado puedan vivir con desconcierto una decisión que beneficie a un compañero –que no amigo– en lugar de a ellos. No debemos cesar en nuestros esfuerzos por clarificar y hacerles entender la situación: todos los compañeros sin excepción son merecedores y pueden gozar de nuestra confianza, y algunos cuentan además con nuestra amistad. Pero nuestro comportamiento profesional se guía por la confianza, no por la amistad.

¡¡¡EN EL FONDO ESTAMOS SOLOS!!! Recuerda que cuando vas en transporte público estás muy acampañada pero siempre sola


Cada ser humano es una isla, donde sólo convive con su conciencia
y en ocasiones con un lago quieto que le informa sobre
qué rasgos asume su rostro de náufrago.
Benedetti

Si pones delante de ti un reloj con segundero y fijas la mirada en el segundero,
te llevarás una sorpresa: no puedes seguir acordándote por completo de él ni un minuto.
Puede que aguantes 15 segundos, quizá 20 y te olvidas.
Te pierdes en alguna otra idea..... y de pronto te acuerdas de lo que estabas intentando recordar.
Mantener continuamente la conciencia durante un minuto es defícil, así que hay que tener presente que no es un juego de niños.
Cuando intentas ser consciente de las pequeñas cosas de la vida, tienes que recordar que te olvidarás muchas veces.
Te distraerás con otra cosa y te irás lejos. Cuando vuelvas a acordarte, no te sientas culpable; es una de las trampas que nos propone la
conciencia.
Fuente: OSHO
"Cuando nos dejamos seducir por la EMANCIPACIÓN
la opción de vida toma otros senderos.
Asumir las consecuencias del destino es y debe
ser sólo un tránsito hacia nuestra misión
universal".
¿VIENES?

"NO SË"



Cuando decimos "no sé", estamos mostrando, en cierto sentido, una carencia, algo que desconocemos, que no tenemos disponible, algo que para muchos es una vulnerabilidad que nos deja expuestos ante los ojos de los demás.
Decir "no sé" implica dos declaraciones: la primera tenemos que hacérnosla a nosotros mismos cuando nos damos cuenta, honestamente, de que hay algo que no sabemos; la segunda tenemos que hacerla antes los demás cuando necesitamos ayuda, cuando queremos hacer algo al respecto. Ambas declaraciones son fundamentales para el aprendizaje y ambas requieren una buena dosis de humildad.
La primera declaración, la que nos hacemos ante nosotros mismos, es seguramente la más compleja, por que el ámbito de lo que no conocemos es inmenso y en buena medida desconocido incluso para nosotros mismos.
Darnos cuenta de lo que no sabemos supone conocer nuestras dificultades, nuestras áreas de desarrollo. Es el primer paso para el aprendizaje y el cambio. Si aceptamos que no sabemos ante nosotros mismos, si por el motivo que sea nos mantenemos ciegos, no nos damos ninguna posibilidad de aprender.
Creemos saber todo lo necesario, no tendremos conciencia de lo que nos falta, así es que no necesitaremos pedir ayuda, preguntar, ni siquiera escuchar puntos de vista diferentes. Cuando no somos capaces de declarar nuestros desconocimiento ante los demás, transmitimos un mensaje implícito: "YO ya lo sé todo" No necesito nada de tí. Tú no tienes nada que darme....
Por el contrario, cuando podemos hablar de nuestras limitaciones con humildad y mostrarnos abiertos a aprendr, transmitimos mensajes implícitos muy diferentes "acepto de que hay cosas que no sé" Necesito tu ayuda.
¿Tú lo sabes todo?

Ven a mi lado conciencia.... no me dejes solo


Cuando nos dejamos seducir
por la emancipación la opción
de vida toma otros senderos.
Asumir las consecuencias del destino
es y debe ser sólo un tránsito hacia
nuestra misión universal.
A lo largo del día,
nuestra mente va acumulando
más información de la que somos capaces
de asimilar conscientemente.
el bien es mayoria,
pero no se nota porque es silencioso.
Una bomba hace más ruido que una caricia,
pero por cada bomba que destruye,
hay millones de caricias que alimentan a la vida.
Vale la pena, ¿verdad?
Inicialmente se rien de tí.
Posteriormente te ignoran,
pero recuerda ¡¡¡al final tú ganas!!!