
La EMANCIPACIÓN no tiene ni pies ni manos
simplemente te tiene a tí para mostrar su densidad
a las nuevas generaciones.
No te rindas ahora...... búscala y seguro
que llegará a tí mostrándose tan sencilla como es
la timidez de un adolescente.
Estoy resentida con mi empresa, porque no
me ha dado las oportunidades que merecía. Estoy
resentida con mi jefe, porque ha inculplido sus promesas.
Podemos definir el resentimiento como una
combinación de dolor y enojo que han quedado
retenidos, enfriados y cronificados
y esta definición incluye varios elementos que
consideramaos fundamentales. Se trata de un
estado emocional que puede mantenerse en el
tiempo durante horas, dias, meses e incluso años.
No sólo esta compuesto de rabia o enfado, sino que se
acompaña de importantes dosis de sufrimiento. Se trata
de un estado emocional que se enquista y se vuelve
crónico, como la propia palabra indica
re-sentimiento, volver a sentir.
Cuando aparece el resentimiento hacia una
persona, cualquier otra emoción que hubiera
previamente en la relación queda relegada.
Ya no se puede mirar otra cosa más que aquello
que ha quedado enquistado como foto fija haciendo
que todo lo demás desaperezca o pierda valor.
Toda situación de resentimiento tiene una conversación
asociada que opera de forma similar, se ha cometido
una injusticia; dicha injusticia ha producido un daño
irreparable y dicho daño merece ser vengado.
Estos tres elementos, injusticia, daño irreparable y
venganza son acompañantes habituales del resentimiento.
Cuando nos sentimos resentidos, nos percibimos a
nosotros mismos como víxtimas inocentes, mientras
que el otro es culpable. Sin embargo, a menudo
deberíamos aceptar que también hemos
contribuido, de una u otra forma, en el modo
en el que se produjeron los hechos.
Esto es algo que nos cuesta mucho trabajo, nos resulta más fácil fijarnos en hechos aislados para explicar
nuestro punto de vista y buscar el consenso en
nuestro entorno, para ratificar nuestra posición
"yo soy la víctima y el otro es el culpable"
El coaching trabaja la superación del resentimiento
mediante la asunción de responsabilidades, la
aceptación y el perdón. La asunción de
responsabilidades supone, aceptar que en ocasiones
hemos colaborado con la situación.
El perdón supone soltar. Si el resentimiento
significa aferrarse al pasado, el perdón es soltar
los lazos que nos atan y parar el ciclo
de sufrimiento.