TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



¡¡¡ IDEA Y SUBSTANCIA !!!

El héroe de tu infancia

Los cuentos despertaron en nuestra niñez la imaginación, la creatividad y la fantasía. ¿Por qué no volver a ellos para adentrarnos en nuevos desafíos


Érase una vez… Cuando oímos estas palabras, algo se despierta en nuestro interior. Una conexión con aquellas ganas de saber qué pasará, a qué desafíos tendrán que enfrentarse los protagonistas. Pero hay más. También conectamos con la infancia, cuando conseguimos crecer más que en cualquier otra etapa de nuestra vida. Era un tiempo en el que teníamos expectativas, todo estaba por hacer y nada de lo que queríamos parecía imposible. Poco a poco, sin grandes lecciones, sino a través de la emoción de las aventuras, fuimos capaces por primera vez de experimentar los grandes sentimientos que nos definen como personas: justicia, valentía, lealtad, heroísmo, amor…
Con estos compañeros fuimos capaces de interiorizar valores positivos. A fuerza de querer actuar como ellos, algo de su esencia nos ayudó a formarnos. Porque, tal y como asegura Bruno Bettelheim, autor de Psicoanálisis de los cuentos de hadas, el relato infantil “al mismo tiempo que divierte al niño, le ayuda a comprenderse y alienta el desarrollo de su personalidad. Le brinda significados a diferentes niveles y enriquece su existencia de muy distintas maneras”. El famoso psiquiatra infantil nos advierte de la importancia de los cuentos de hadas en la educación, ya que ejercen una función liberadora a la vez que forman nuestra mentalidad, proporcionándonos herramientas morales, emocionales y relacionales. Es decir, ese equipo de supervivencia que necesitábamos para enfrentarnos al mundo y sus desafíos.
Si es así, ¿por qué no recuperarlos? ¿Por qué no regresar a ellos para seguir creciendo? Si lo hacemos, seguro que nos sorprenderemos y descubriremos que, como afirma G. K. Chesterton, “los cuentos de hadas son más que reales; no porque nos digan que los dragones existen, sino porque nos enseñan que se puede vencer a los dragones”. ¿Y quién no tiene dragones en su vida para vencer?
Joseph Campbell, en su libro El héroe de las mil caras, describió la estructura narrativa de los cuentos populares y de toda narración épica. Según el mitógrafo norteamericano, puede variar la historia, los personajes y las circunstancias, pero el esqueleto sigue siendo el mismo. Da igual que se trate de las aventuras de Simbad el Marino, o de Pinocho, o de Blancanieves; todos tienen los elementos e ingredientes del esquema de Campbell, conocido como el viaje del héroe. Y no solo ellos. Incluso La guerra de las galaxias los tiene. Y es que George Lucas fue el primer autor en reconocer que se había basado en el viaje del héroe para crear, en 1974, la más famosa saga de la historia del cine. Y en parte fue gracias a este esquema que Lucas consiguió realizar lo que muchos analistas reconocen como el cuento de hadas de nuestros días. Una narración que ha cautivado a niños de cualquier edad y que, como las grandes historias, tiene una frase mágica de entrada, que en este caso no es “Érase una vez…”, sino “Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…”.
Así, teniendo presente la estructura del héroe, podemos usarla a nuestro favor. Podemos ver por las fases por las que debe pasar todo protagonista de un cuento que merezca la pena ser contado. Tal vez no habrá emperadores galácticos ni brujas que se miran al espejo preguntándose quién es la más bonita del reino, pero habrá un desafío que nos preocupa, que nos paraliza, que nos impide avanzar. Un villano, pero en forma de jefe, de falso amigo, de relación tóxica, de nuevo negocio… Y sea como sea, deberemos emprender este viaje, no renunciar a la aventura que nos propone la vida y convertirnos en el héroe de nuestra propia existencia. Es decir, estar más cerca de la persona que queríamos ser cuando escuchábamos esas historias antes de ir a dormir.
• El mundo ordinario. Así empieza el esquema del viaje del héroe de Campbell; es decir, con nuestra vida tal y como es antes de emprender nuestra búsqueda. La realidad en la que estamos y de la que nos va a costar salir. Nos sentimos, a pesar de todo, cómodos y seguros. Es lo conocido y rutinario.
• La llamada de la aventura. Es cuando nos damos cuenta de que en nuestro tranquilo mundo hay algo que ya no funciona. Algo se ha colado en la tranquilidad del día a día. Se empieza a plantear un desafío, un reto, una aventura. Puede ser, por ejemplo, que, sin saber muy bien por qué, empecemos a no sentirnos realizados en nuestro trabajo o consideremos la necesidad de más responsabilidades y nuevos horizontes profesionales. O que aparezca una nueva vocación en nuestro interior, o las ganas de cambiar de sector. Cualquier cosa que avecine nubes en el despejado cielo de nuestro día a día. Cada uno tendrá su llamada y cada uno sabrá que no es algo pasajero, una incomodidad que se despejará sola. Es algo que reconocemos como que necesitamos probar.
Tenemos una buena manera de reconectar con aquello que escuchábamos en nuestra infancia y sacar nuevas lecciones para nuestro día a día.
El rechazo. Intentamos convencernos de que se trata de nubes de paso. En esta etapa aparecen pensamientos del tipo “Estoy bien en mi trabajo, cobro un buen sueldo y tengo un horario cómodo”, “Esto no va conmigo, yo ya no tengo edad”, “A mí no me pasan estas cosas”. Seguro que todos hemos tenido esos pensamientos que pretenden salvar nuestro mundo ordinario. Nos resistimos a abandonar nuestra zona de comodidad porque tenemos miedo a lo desconocido.
• Maestro, mentor o ayuda sobrenatural. Aquí, en este punto de la historia, aparece el maestro. Puede tener muchas formas. A veces es simplemente una influencia positiva que da alas a nuestros sueños. Puede tratarse de un business angel, en el caso de un emprendedor, o de un head hunter, si estamos buscando trabajo. O de un amigo que nos brinda un buen consejo. Puede tener forma, incluso, de “ayuda sobrenatural”, que llevado fuera del cine debemos entenderlo como aquel cúmulo de casualidades inexplicables que ocurren cuando estamos en la fase de búsqueda.
• Cruzar el umbral. En las cinco anteriores etapas aún nos encontramos, según el esquema de Campbell, en nuestro mundo ordinario. Ahora sí. Decidimos cruzar. Salir de nuestra zona de comodidad. Hemos aceptado esa llamada que ha crecido en nuestro interior, ya sea perseguir esa vocación, o presentarnos a esa oposición, o aspirar a ese ascenso, o lanzarnos a esa relación amorosa que nos atemorizaba. Da igual. Lo cierto es que hemos decidido cruzar el umbral y adentrarnos en un nuevo mundo.
• Pruebas, aliados y enemigos. Imaginemos que hemos decidido convertirnos en emprendedores. Aquí, en este punto, aparecen las primeras pruebas, conocemos a gente que se convierte en nuevos amigos, en inesperados compañeros del viaje. Pero todo tiene su reverso, así que también conoceremos enemigos y adversarios. Aparecerán nuevos problemas que requerirán de nuevas soluciones.
• Acercamiento. Las nuevas circunstancias y las cosas que ya hemos vivido consiguen que estrechemos lazos con nuestros nuevos aliados. Crecemos con ellos, compartimos momentos de aprendizaje y vulnerabilidad. Poco a poco nos vamos sintiendo preparados para afrontar los desafíos que se presentan en el horizonte. Y, sobre todo, para la primera gran prueba del viaje. Todo ha sido una preparación que nos lleva hasta el próximo punto de nuestra propia historia.
• La gran prueba. Es ese momento para el que nos hemos estado preparando. Es esa presentación a unos inversores, es ese leer el primer capítulo de la novela delante de nuestros compañeros de taller literario, es lo que sea, pero es una prueba que nos enfrentará a nuestros propios miedos y a nosotros mismos.
• Tesoro. Nos hemos enfrentado a la gran prueba y a nosotros mismos, y salimos reforzados y recompensados. Conseguimos algo importante, un tesoro personal que nos indica que estamos avanzando. Ya no somos los mismos que decidieron abandonar la zona de confort. Podría parecer que aquí acaba la aventura. Pero no es así. Aún faltan tres pasos para completar nuestro viaje.
• Regreso. Hay un momento en el que deberemos regresar a nuestro mundo ordinario e incorporar nuestras nuevas vivencias en él. En el camino de vuelta nos encontraremos con nuevos desafíos y una prueba final que nos hará dudar. Es el primer fracaso. Una derrota que hará que nos tambaleemos.
• Resurrección del héroe. El héroe que hemos despertado en nosotros saldrá victorioso de la última gran prueba. Es la victoria final. Esto no significa que no habrá más derrotas, más piedras en el camino o más dificultades. Significa que ya tenemos las herramientas necesarias para seguir avanzando, que ya hemos incorporado todo lo necesario para que miremos los desafíos con confianza. Hemos ampliado nuestra área de comodidad.
• Regreso con el elixir. Volvemos a nuestro mundo ordinario. Ya no somos los mismos.
Ahora debemos compartir con los demás todo lo que hemos aprendido. Porque no hay mejor manera de seguir aprendiendo que enseñar a los demás lo que ya sabemos.
ompartir con los demás todo lo que hemos aprendido. Porque no hay mejor manera de seguir aprendiendo que enseñar a los demás lo que ya sabemos.
elpaissemanal@elpais.es

TEXTOS PARA EL ALMA 396


Las limitaciones personales, que todos tenemos, son el jardín de la humildad. Desde ahí aceptaremos mejor al prójimo con las suyas.

TEXTOS PARA EL ALMA 395



Luz, demos luz.

Está en nosotros ser luz y no permitir que los demás vivan en las tinieblas

TEXTOS PARA EL ALMA 394

  


Con dinero se puede comprar:

La cama, pero no el sueño.
La comida, pero no la digestión.
El libro, pero no la inteligencia.
El lujo, pero no la belleza.
Una casa, pero no un hogar.
El remedio, pero no la salud.
La convivencia, pero no el amor.
La diversión, pero no la felicidad.


¡¡¡Ocúpate de tu emancipación y no simplemente de la diversión!!!

TEXTOS PARA EL ALMA 393




 La respuesta amable calma la ira; la respuesta grosera aumenta en enojo. La lengua sabia adorna el conocimiento; la boca de los necios profiere tonterías. Una respuesta AMABLE tiene el poder de la Emancipación calmando la ira del prójimo.
Todos hemos sido tentados, a través del enfado, para que reaccionemos de una forma agresiva. El impulso de la EMANCIPACION debe conducirnos hacia la respuesta amable o como mínimo al silencio.
Si una persona no tiene una identidad clara de quien es ni cuál es su propósito en la vida, será presa fácil de cualquier estimulo ofensivo y de la ira.
Cuando fortalecemos nuestra identidad a través de la Emancipación aumenta la autoestima y la estabilidad emocional.

La vida así es más rica en conceptos y distinciones que nos enriquecen en la comprensión social.

la propensión a rechazar lo desconocido convierte a muchos genios en marginados.

¿Locos o visionarios?

Hay personas que detectan tendencias de futuro que la mayoría no ve

La propensión a rechazar lo desconocido convierte a muchos genios en marginados

En la antigüedad, a partir del siglo VI antes de Cristo, el paradigma científico estaba protagonizado por la teoría geocéntrica. Es decir, por la creencia de que el Sol y el resto de planetas giraban alrededor de la Tierra. Y, en consecuencia, la Tierra era el centro del universo. Nadie cuestionaba ni ponía en duda esta forma de pensar. Tanto es así que todas las hipótesis acerca del universo se desarrollaban a partir de estos supuestos. Con el tiempo, los más eminentes pensadores y científicos –liderados por los filósofos Platón y Aristóteles– llegaron al convencimiento de que se trataba de una verdad inmutable.
Años más tarde, Aristarco de Samos se atrevió a cuestionar el statu quo científico de la época, formulando la teoría heliocéntrica. Este sabio afirmaba que el Sol era el centro del universo y que la Tierra y el resto de planetas giraban a su alrededor. Por aquel entonces, la mayoría de sus colegas se burlaron y se opusieron a su hipótesis, que fue severamente criticada y condenada. No en vano, dar crédito a esta nueva teoría suponía asumir que ellos estaban equivocados.
Con el paso de los siglos aparecieron otros pensadores con nuevas maneras de mirar e interpretar el universo. Entre ellos destacó Nicolás Copérnico, quien retomó el relevo de Aristarco de Samos, asegurando que la Tierra giraba sobre sí misma una vez al día, y que una vez al año daba una vuelta completa alrededor del Sol. Dado que Copérnico contaba con elaborados cálculos matemáticos que sustentaban su hipótesis, en esta ocasión la teoría heliocéntrica fue acogida con menos escepticismo.
No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo
Victor Hugo
Cien años más tarde, y gracias a los avances tecnológicos, las hipótesis de Copérnico fueron demostradas por Galileo Galilei. Con la ayuda del telescopio –instrumento que él mismo inventó–, se desmontó la falsedad inherente a la teoría geocéntrica, consagrando así la veracidad de la heliocéntrica, descrita casi dieciocho siglos atrás por Aristarco de Samos. Así fue como se produjo uno de los más importantes cambios de paradigma que ha experimentado la humanidad.
Evidentemente no todos los locos son visionarios. Sea como fuere, este colectivo de genios está compuesto por personajes tan ilustres como Leonardo da Vinci, Nostradamus, Louis Pasteur, Julio Verne, Thomas Alva Edison, Nikola Tesla, Aldous Huxley, George Orwell, Arthur C. Clarke, Ray Bradbury y Steve Jobs, entre otros. Todos ellos tienen siete características en común.
1. Desafían el ‘statu quo’. Al investigar la historia que hay detrás de cada visionario, descubrimos que todos ellos padecen en algún momento una profunda crisis que les lleva a romper con la ancha avenida por la que transitan el resto de sus coetáneos, explorando sendas nuevas y alternativas. Para lograrlo, empiezan a cuestionar el núcleo de su identidad y el sistema de creencias con el que fueron condicionados por su entorno social y familiar. Así es como se convierten en una amenaza para el orden establecido.

2. Inadaptados y excéntricos. No encajan con el patrón que impera en la sociedad. De ahí que tiendan a rechazar el modo de vida que les propone su tiempo. Y al hacerlo atraviesan una etapa en la que se sienten excluidos y marginados. La soledad y la incomprensión son el precio que pagan al principio por atreverse a escuchar a su intuición y seguir su propio camino. En ocasiones, para reafirmarse ante los demás, suelen adoptar actitudes bizarras y conductas excéntricas, provocando que se les tache de “raros” y “locos”.
3. Rebeldes e inconformistas. Al ganar en confianza y seguridad en sí mismos, se sienten con más determinación para rebelarse frente a las autoridades y los sinsentidos de su época. A todos ellos les causa cierto deleite transgredir las normas y romper los límites. No se resignan a vivir como se estila hoy, sino que lo hacen como se hará mañana.
4. Libres de pensamiento. Son personas que han construido un pensamiento propio e independiente, forjado por medio de experiencias. Tienen una mente abierta, libre de moral y de prejuicios. Suelen llevar un estilo de vida muy poco convencional que frecuentemente causa controversia en su entorno.
5. Idealistas y soñadores. Son personas adelantadas a su tiempo. Tanto es así que lo que un visionario piensa hoy es lo que asumirá la humanidad dentro de 50 años. Sin embargo, su exacerbado progresismo les lleva a ser personas orientadas hacia el futuro, con tendencia a abrazar quimeras y utopías.
Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa
Mark Twain
6. Creativos e inventivos. La creatividad es su seña de identidad. Son inventores natos, cada uno en su campo. Muchas de sus ideas acaban dando lugar a innovaciones que significan un punto de disrupción con las propuestas actuales, que de pronto quedan obsoletas.
7. Revolucionarios orientados al bien común. Tremendamente humanistas, los visionarios terminan por convertirse en grandes reformadores, cuyo enfoque inspira un cambio de paradigma en la sociedad. En el momento en que la mayoría verifica la validez de sus ideas, empiezan a destruirse y transformarse las estructuras establecidas, generando una nueva realidad.
Todos los adelantos evolutivos señalados por este colectivo de locos-visionarios están sujetos a la denominada “ley de difusión de innovaciones”, popularizada en 1962 por Everett Rogers. Este sociólogo dedicó su vida a investigar el proceso por el cual los individuos que forman parte de un colectivo comparten y asimilan nuevas ideas y tecnologías que permiten el progreso de la humanidad. Según esta teoría, la población de cualquier país se divide en cinco segmentos, en función de su predisposición para adaptarse a los constantes cambios y avances relacionados con nuevos conocimientos y formas de hacer las cosas.


TEXTOS PARA EL ALMA 392


La gente más feliz no tiene las mejores cosas; solo aprovechan al máximo todo lo que tienen.