TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



¿EL OTRO?





Los manuales de psicología han puesto de moda el verbo “procastinar”, que significa postergar aquello que deberíamos hacer hoy. Un aplazamiento que también se produce en un nivel existencial. Muchas personas postergan la felicidad hasta que cambie la situación que está viviendo. Se convencen de que cuando encuentren un trabajo mejor o la pareja ideal, se darán permiso para disfrutar de la vida. Sin embargo, este planteamiento tiene un fallo de origen y es que nada resulta como esperábamos una vez que lo conseguimos.
LO que ocurre es que muchas personas cuando llega el momento tan largamente esperado o deseado sufren una desilusión; entonces fijamos nuevos objetivos esperando que una vez alcanzados llegue, esta vez sí, el premio definitivo. Sin embargo, esto no acostumbra a suceder, ya que más que insatisfacciones existen las personas insatisfechas.
Del mismo modo que nos resulta difícil aceptar las cosas como son, también nos cuesta aceptar a los demás, ya que su forma de pensar y reaccionar nunca coincidirá con nuestras expectativas.
Al hacer un favor a un vecino, nos duele si no obtenemos el mismo trato por su parte cuando lo necesitamos. En el ámbito laboral, a menudo consideramos que los compañeros no cumplen con sus tareas, y el jefe o la jefa es un ser  inútil que está dinamitando la empresa.
En esta clase de pensamientos está el punto de partida de la mayoría de conflictos interpersonales. Al esperar que los demás se comporten de determinada forma les estamos negando el derecho a su identidad. Además, al enfadarnos por estas diferencias obviamos algo muy importante: ser o actuar de modo distinto a nosotros no tiene por qué ser negativo.
Afortunadamente, cada persona tiene una combinación única de defectos y virtudes. Podemos aceptar su singularidad y sacar partido de las cosas buenas que nos ofrece o bien enrocarnos y señalar al otro como enemigo.

¡¡¡NO DUDES MÁS!!!





Es urgente inventar nuevos atajos,
encender nuevas antorchas y
descubrir nuevos horizontes.
Es urgente romper el silencio,
abrir sendas al viento y,
paso a paso, habitar otras
noches pobladas de luciérnagas.
Es urgente izar nuevos versos,
escalar nuevas metáforas y
traer esperanzas reprimidas
por la angustia.
Es urgente partir sin miedo....
sin miedo y sin demora,
hacia donde nacen los sueños,
buscar nuevas artes de esculpir la vida,
de reinventar tu esencia.
Es urgente.

¿ES PRECISA LA COMUNICACIÓN?




Nosotros aunque separados seguimos juntos.
La distancia no puede desunirnos pues,
en las almas, nunca hay distancia
simplemente amor.
Así sólo soy camino
no juez.

Ventajas de comunicarse a diario
FERRÁN RAMÓN CORTÉS

Dejamos de saludarnos en la calle, de hablarnos en el ascensor, no nos prestamos atención los unos a los otros. Estamos perdiendo la pequeña comunicación. ¿Cuáles son sus consecuencias?
Tuve el privilegio de hacer una conferencia en un pequeño pueblo de la isla de Menorca. Hablé sobre lo mío –la comunicación–, y en el coloquio, un hombre mayor del pueblo me dijo: “Todo esto que cuenta me parece muy interesante, pero estuve hace unos días en su ciudad, Barcelona, y una de las cosas que me llamó más la atención fue que allí ni se saludan: la gente se cruza por la calle y no se dice nada…”.

“El proceso de empatía debe empezar por detectar la existencia mutua y por no saltarse la pequeña comunicación”

No estoy seguro de que en una gran ciudad pudiéramos andar saludándonos todos por la calle. Este probablemente sea el encantador privilegio de los pequeños pueblos, pero el comentario de aquel hombre me hizo reflexionar. Porque en las grandes ciudades no nos decimos nada por la calle, y es lógico, pero cada vez nos decimos menos en la oficina, en el ascensor o en el quiosco. Estamos renunciando a la comunicación diaria, con las consecuencias que ello pueda tener para nuestras relaciones y para nuestra propia vida.


UN GESTO DIARIO
“Cuando nos comunicamos, no sólo pasamos información, sino que también hacemos relación” (Sebastià Serrano)
Las prisas, la rutina, la falta de atención... Todo ello nos está haciendo perder la comunicación cotidiana. Entramos en la oficina dando un “buenos días” general que no va dirigido a nadie en concreto. Atravesamos largos pasillos sin decir nada a los compañeros que nos vamos cruzando. Entramos en una reunión leyendo el memorándum que llevamos en la mano. Y por el camino perdemos la oportunidad única de sentirnos y hacer sentir a los demás personas. La comunicación cotidiana puede parecernos intrascendente, pero tiene un gran valor. Es expresión de afecto y una gran fuente de motivación. Un “buenos días” sincero y atento o 30 segundos para compartir una pequeña vivencia crean grandes vínculos de relación.
Personas invisibles. En las encuestas de motivación y clima laboral aparecen de forma recurrente los problemas de comunicación entre los empleados y sus jefes. Y una de las expresiones que más se repite es la de que “parece que soy transparente para mi jefe”. Esta queja tiene relación directa con la negligencia en el uso de la comunicación diaria. La encontramos en jefes que entran sin saludar, o las primeras palabras que intercambian con un subordinado son para pedirle algo. Jefes incapaces de percatarse de la cara de cansancio de alguien o de su radiante expresión porque algo especial ha ocurrido.
La primera y fundamental misión de la comunicación diaria es reconocernos mutuamente nuestra presencia y existir para el otro como personas. El saludo, la pequeña charla, el prestar atención a la expresión del otro, hace que sienta que cuenta para nosotros, y es un elemento básico y esencial de motivación.
La empatía es esencial para nuestras relaciones. La reciente investigación neurológica sugiere que son las neuronas espejo las responsables de que seamos capaces de “ponernos en la piel del otro”, de ver el mundo a través de la perspectiva del otro.
El proceso de empatía debe empezar necesariamente por detectarse la existencia mutua. Y a este proceso contribuye de forma decisiva la comunicación diaria. Es más, podemos afirmar que es su primer y primordial objetivo. Entrar en contacto con los demás es el preludio necesario para captar gestos, sus expresiones, para saber de ellos y captar su estado emocional. La empatía empieza por no saltarse la pequeña comunicación.
Además, en la interacción humana se produce un efecto de contagio emocional. Como afirma el profesor Serrano, “las emociones saltan de una mente a otra como si nada, los sentimientos son contagiosos, más que las ideas”. La comunicación cotidiana es la plataforma ideal para “contagiar” a los demás dosis de optimismo, de energía, que contribuyan a mejorar su particular día.

GANAR UNA RELACIÓN
“Es más fácil traducir nuestras acciones en sentimientos que nuestros sentimientos en acciones” (James Hunter)
Es cierto que nunca tenemos tiempo, como no menos cierto es que sabemos encontrarlo para lo que nos interesa. A veces podemos percibir como un gasto de tiempo que no nos podemos permitir el relacionarnos constantemente y a diario con los demás, pero puede resultarnos una valiosa inversión. Porque la confianza es lenta y laboriosa de tejer, y, sin embargo, una relación de confianza hace muy eficiente la comunicación y ahorra muchas explicaciones y discusiones innecesarias. En este sentido, la comunicación diaria se ha demostrado como un instrumento infalible de construcción de confianza. Lo que a priori pueda verse como una pérdida de tiempo, se recupera con creces cuando se ha creado una relación.
La comunicación diaria no es un problema de tiempo. Es un problema de hábito. Es cuestión de crear (o recuperar) el hábito. Y con él, descubrir que siempre hay tiempo para este pequeño intercambio.
Asegura el profesor Serrano que el afecto es el primer indicador de la calidad de la comunicación. Debemos proveer de afecto la comunicación diaria. Debe convertirse en la pequeña dosis matinal de cariño que a todos nos gusta recibir o la imprescindible dosis de energía con la que empezar el día.
Hay una diferencia significativa entre la expresión educada y la muestra de afecto. En este sentido, sacar la comunicación diaria del puro protocolo y darle un personal significado es esencial para que cumpla su cometido y transmita el afecto que ha de transmitir. Podemos usar las palabras para esta comunicación, pero tenemos otros poderosos recursos, como la mirada o el tacto. Regalarnos una mirada de complicidad o hacernos un regalo táctil es en muchos casos la mejor manera de comunicarnos con los demás.
¿A diario o en grandes momentos? Cuestioné recientemente a un directivo su descuido por la comunicación diaria. “No te preocupes”, me contestó. “Tengo grandes conversaciones con mi gente cuando lo necesitan y todos saben que mi despacho siempre está abierto”. Es cierto y me consta, y es una gran virtud que tiene. Pero ambas comunicaciones son complementarias y cada una de ellas cumple con una misión. Las grandes conversaciones son para los grandes temas. La pequeña comunicación es para darnos una pequeña dosis matinal de afecto, para darnos día a día la necesaria motivación. Porque a veces nos ayuda tanto este pequeño gesto diario como una larga y trascendente conversación.
Sería deseable que nadie nos pasara desapercibido. Que no tuviéramos prisa al comprar el periódico, que buscásemos con la mirada los ojos del camarero que nos sirve el café. Que todos los que se mueven a nuestro alrededor se sintieran dignos de nuestro aprecio y afecto. Y sería deseable por ellos, pero también por nosotros. Porque, como reza el aforismo, “la mano que te da una rosa siempre conserva una parte de su fragancia”.

¡¡¡HAY VIDA ANTES DE LA MUERTE; DISFRÚTALA!!!




ACEPTAR LAS COSAS COMO SON
“Cuando un individuo dibuja los límites de su alma, establece al mismo tiempo las batallas de su alma. Los límites de la identidad desmarcan qué aspectos del universo han de ser considerados “uno mismo” y cuáles serán considerados “lo que no es uno”…. Cada nivel ve diferentes procesos del universo como extraños a él. Y puesto que, como en cierta ocasión señaló Freud, todo extraño parece un enemigo, cada nivel está potencialmente comprometido en diferentes conflictos con diversos enemigos.”

Una de las fuentes de sufrimiento más comunes en el ser humano es el deseo de que las cosas sean distintas a como realmente son. Cuando un país pasa por una grave crisis, la población mira atrás y desea que todo fuera como antes, un antes que en su momento no se  valoraba porque parecía aburrido o bien había otras aspiraciones.
Lo mismo sucede con las relaciones interpersonales. Quien tiene por pareja a alguien silencioso desearía un carácter dicharachero, y este último pondrá de los nervios a quién convive con él un día tras otro. ¿Por qué anhelamos siempre lo que no tenemos?
Nuestra forma de vida está tan basada en el cambio y el progreso, que a menudo valoramos negativamente la estabilidad sin saber cuál sería la alternativa.
LA INSATISFACCIÓN ES LO QUE permite el progreso de la ciencia, las artes y todo lo que tiene que ver con la sociedad, pero cuando se vuelve crónica en nuestro día a día deja de ser un estímulo para teñir de negatividad nuestra vida.
Has personas que, instaladas en la queja y la amargura, molestan a los demás –y a sí mismos- de forma totalmente estéril porque de nada sirve señalar lo que no funciona sin ofrecer soluciones.
Madame Bovary dio a lo que el filósofo Jules de Gaultier denominaría “bovarismo”. Se trata de un estado de insatisfacción permanente a causa del desnivel entre las propias ilusiones y la realidad. Sin abogar tampoco por el conformismo, si nuestras aspiraciones se hallan siempre a gran distancia de lo que tenemos, jamás alcanzaremos la serenidad. Como el burro que persigue la zanahoria, podemos pasar la vida entera esperando “algo mejor” para descubrir al final que ya lo teníamos y no habíamos sabido verlo.
Miralles.

¿CONVERSACIONES PRIVADAS?




El modo más seguro de corromper a la juventud es enseñándole a admirar más a aquellos que opinan como ella que a los que opinan diferente.
Nietzsche

LA HISTORIA DEL MARTILLO
Un hombre quiere colgar un cuadro.
El clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno.
Así pues, nuestro hombre decide pedir al vecino que le preste un martillo. Pero le asalta una duda: ¿Qué? ¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo distraído. Quizás tenia prisa. Pero quizás la prisa no era más que un pretexto, y el hombre abriga algo contra mi. ¿Qué puede ser? Yo no le he hecho nada; algo se le habrá metido en la cabeza. Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la dejaría enseguida. ¿Porqué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como este le amargan a uno la vida. Y luego todavía se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es el colmo.
Así nuestro hombre sale precipitado a casa del vecino, toca el timbre, se abre la puerta y, antes de que el vecino tenga tiempo de decir "buenos días" nuestro hombre grita furioso: "¡quédese usted con su martillo, so penco!"
¡¡Ojo!! con las conversaciones privadas que tenemos donde el diálogo entre nuestros deseos y creencias puede desvirtuar la felicidad de nuestras acciones. Alinear nuestros miedos puede ayudarnos a conseguir un equilibrio emocional que garantice la estabilidad.
¿Tienes conversaciones privadas con tus miedos?
¿cómo las gestionas?

¿SOLEDAD O AISLAMIENTO?




El eco es espejismo y el espejo es un eco.
También es un puente entre el olvido y la memoria.
A veces cambia tanto que no lo reconocemos como nuestro.
Nos atribuye barbaridades que curiosamente nunca dijimos,
sólo las pensamos.
¿Será que el eco también recoge materiales en el cerebro distraido?

Mario Benedetti.
SOLEDAD versus AISLAMIENTO

En soledad vivía
y en soledad ha puesto ya su nido.
Y en soledad la guía
a solas su querido,
también en soledad
de amor herido.
No debemos lamentarnos
de la soledad toda vez que
esta nunca traiciona.
Podemos disfrutar de la compañía
mientras sea alegre y placentera.
Pero hemos de procurar aprender
a caminar solos pues comprobaremos,
en las muchas andaduras que hagamos,
que en el camino nadie nos llevará a cuestas.
La soledad es nuestra verdadera naturaleza,
pero lo queremos ignorar.
Consecuentemente seguimos siendo
unos desconocidos para nosotros mismos,
y en vez de ver nuestra soledad
como una situación dichosa
y llena de belleza, silencio y paz,
la malinterpretamos como aislamiento.
Cuando descubras tu soledad podrás crear,
podrás participar en todas las cosas que quieras,
porque esa participación
ya no implicará que estás huyendo de ti mismo/a. 

¿EL COACHING ES LIBERTAD O MIEDO?




¿de la IMAGINACIÓN a la REALIDAD?

Uuuummm... ¿es posible?
"Un coach no es tan sólo un mago del cambio, sino también un luchador por la libertad."
Todos soñamos. Mientras dormimos,
nuestra mente baraja las experiencias del día
junto con sus correspondientes pensamientos y emociones.
Estos sueños pueden proporcionarnos pistas,
susurros e indicios acerca de nuestra vida,
de dónde estamos y de adónde queremos ir.
En los sueños nuestras metáforas se convierten en realidad.
Cuando soñamos utilizamos la imaginación,
saltamos de los confines de nuestra vida
a un mundo más amplio,
en el que todo es posible y
en el que no estamos limitados
a esas cartas que nos han sido
repartidas por "croupiers" al servicio del poder.
La libertad tiene dos facetas:
la de liberarse de algo y
la de gozar de libertad para hacer algo.
El coach trabaja con dos clases de libertad:
Ayuda a liberarse de circunstancias
insatisfactorias/desagradables y
posteriormente abre otras posibilidades.
El coach ayuda a quienes
están implicados en la búsqueda de la libertad
a determinar quiénes son sus enemigos
y qué esta bloqueando el cambio.
En la mayoría de los casos el enemigo
es el hábito entendiento por hábito
los intereses básicos y las vilezas humanas..
Pero los tiempos cambian y
los viejos hábitos ya no nos sirven.
El coaching nos puede cambiar
la dirección de la vida simplemente
modificando los hábitos y
convirtiéndolos no en formas predecibles
de respuesta si no en formas personales
de acción proactiva.
¡¡¡No abandones!!!
¡¡¡No renuncies!!!
¡¡¡No te rindas!!!