TERTULIAS/CHARLAS SOBRE COACHING EMANCIPADOR EN EL CÍRCULO DE COACHING ESPECIALIZADO.



Periódicamente nos reunimos en "petit comité", con un aforo máximo de 10 personas, para debatir sobre COACHING EMANCIPADOR.
Son diálogos participativos para realizar una "iniciación" en la disciplina del coaching adaptada a tu universo de sueños.
Si estás interesada/o en participar GRATUITAMENTE deja tu reserva en paco.bailac@salaidavinci.es y te informaremos de los calendarios previstos.

¡¡¡Ven te esperamos!!!



PROCESOS PARA TI MISMA





Siempre he pensado, EMANCIPACIÓN, que por amor a nosotros nos muestras tu lado humano. También percibo deseas manifestarte para ayudarnos a crecer haciéndonos abandonar los postulados del YO. Acepto tu bondad y agradezco tus enseñanzas que me acompañan por los senderos del aprendizaje. 

La aptitud para ser conscientes de nosotros mismos o la percepción de la propia individualidad parece ser un atributo exclusivo y esencial de la especie humana.
La aparición de la luz de la conciencia y la creación de símbolos con los que designar y comunicar los diversos aspectos de nuestro SER aumentaron extraordinariamente el papel de la memoria en nuestra especie.
La memoria es un potencial del alma que depende de una masa de neuronas, desparramadas por el cerebro, en las que registramos no solo hechos concretos, sino nuestras interpretaciones de los hechos y los sentimientos y emociones que los acompañan.
Por eso los recuerdos son de vital importancia para el humano. La conciencia, el lenguaje y la memoria nos permiten mantener un diálogo con nosotros mismos sobre todo lo que nos sucede.
Habitualmente utilizamos la luz de la conciencia cuando nos enfrentamos a decisiones importantes, analizamos nuestras relaciones afectivas, cuidamos nuestra imagen pública, programamos nuestro futuro, tratamos de entender nuestros deseos o comportamientos y reflexionamos sobre el signficado de la vida o nuestro papel en el mundo.
Es desde esa conciencia que nos formulamos sueños, en principio quiméricos. Un proceso de coaching debe estructurar dichos sueños y "colaborar" al coachee para que se acerque lo más posible a ellos.

¿QUIERES UTILIZAR EL IMPULSO DEL COACHING PARA ABRAZAR LA LIBERTAD?



No es fácil comprender a la Emancipación cuando nos habla del amor al prójimo. Para ello hemos de aprender su lenguaje alejándonos de la comodidad y la costumbre para dejar paso al amor. Así podremos abrazar nuevos campos de la vida donde, desde la alegría, abandonar los oropeles mundanos que nos aletargan. Podemos romper, consecuentemente, nuestro aislamiento a través de la reinvención del ALMA. Así, la razón de vivir, toma una dimensión transcendente hacia los caminos del diálogo y la reflexión. Mediante la disciplina del coaching, la Emancipación, se manifiesta en todas las comunidades de amor de manera sincera y generosa. Así el dolor y la angustia son eclipsados, dando lugar a la llegada de un glorioso existir. De esta manera nace un nuevo sentido de la vida, profundo y liberador de las atrocidades a las que nos somete el poder terrenal.

¿VACIARNOS DEL "YO"?




Petición a la EMANCIPACIÓN.

"Todos estamos atrapados por cincuenta cosas a la vez.
Tenemos poco tiempo para atender a la familia,
para estar atentos con los otros.
Danos, emancipación, sabiduría para saber organizar el tiempo
y poner en primer lugar a las personas.
Danos sentimientos de solidaridad
para dar respuestas concretas
y no pasar de largo.
Con el respeto a los otros,
obtendremos el mismo respeto
y reconocimiento de tal manera que en libertad,
podamos construir la convivencia."
Convivir y no competir.

SER REQUIERE UN ESFUERZO QUE EL TENER NO DEMANDA.



LA DOBLE EXPERIENCIA DE LO REAL.

En nuestra condición de hablantes la gran consecuencia que de ahí se deriva consiste en nuestra doble experiencia de lo real. Gracias a esa doble experiencia de lo real somos capaces de relativizar y cambiar nuestro modo de vida cuando es necesario y modificar nuestra comprensión y valoración de la realidad y de nosotros mismos cuando LAS CIRCUNSTANCIAS LO REQUIEREN.
Así vivimos, clara u oscuramente, toda nuestra comprensión-valoración de la realidad es relativa; eso comporta también que sepamos, clara u oscuramente, que ninguna de nuestras concepciones y representaciones de lo real es definitiva. Sabemos. A la vez, que toda nuestra noticia mental y axiológica de la realidad, en su valor absoluto, nos resulta informulable y vacía de formas.
Ninguna de nuestras formulaciones y representaciones alcanza a lo Absoluto, porque las formulaciones y representaciones sólo tienen que ver con lo que es relativo a nosotros, y lo ABSOLUTO no lo es.
Las viejas religiones hicieron ese trabajo. Ligaron las dos experiencias como la fuente y lo fontado. –la realidad absoluta es la fuente y la realidad relativa es lo emanado- y representaron esas dos experiencias como Dios y criaturas, corrigiendo a la vez la separación y diciendo que las criaturas no tienen ninguna existencia en sí mismas.
Esa forma de representar la relación de la doble experiencia de lo real era adecuada a un tipo de sociedades que se programaban para no cambiar.
Según esta concepción religiosa, Dios o los antepasados sagrados, crean las cosas y todos los seres según la lectura de las necesidades que las sociedades concretas y su programa colectivo hacen de todo ello. Y Dios o los antepasados sagrados revelan y legan el proyecto de vida individual y colectiva, -que funcionará como programa social., con todo lo que eso comporta de interpretaciones y valoraciones de la realidad, de modos de actuación y organización, de modos de vida en general.
Esa creación y esa revelación no quitan a las cosas su carácter relativo y derivado, sino que dan razón de ello, y así las hacen intocables. Dios lo ha hecho así,
La articulación que establecen las religiones entre las dos experiencias no es más que una representación y una forma de relacionar lo absoluto con lo relativo, lo que es con lo que no tiene ser en sí mismo,
Se mantiene una relación entre lo Absoluto y lo relativo y sin embargo, simultáneamente se aduce que existe una toral y completa independencia de lo absoluto respecto de toda relación. Las religiones tienen que dejar en la penumbra la contradicción que supone hablar de relaciones con lo Absoluto. Y actúan así porque la experiencia absoluta de la realidad tiene lugar en el seno mismo de lo relativo y porque esa experiencia y su expresión han de verterse para vivirse y expresarse en el programa relativo; deberán, pues, hacerlo de forma que no se destruya lo relativo desvalorizándolo por completo, sino dándole, sin que deje de ser relativo, una cierta manera y por su origen, valor incondicional, porque Dios lo creó así y lo impuso así.
La experiencia absoluta de lo real no tiene lugar fuera de la experiencia de lo relativo. Cuando lo Absoluto se muestra en el seno de lo relativo se produce un doble efecto contrapuesto: se desvalora lo relativo y se lo sacraliza, como se sacraliza un vaso sagrado. Se lo proclama sin valor y simultáneamente se lo proclama intocable.

¿SILENCIO?




Mucho se ha escrito sobre el hablar y, ni que decir tiene, sobre el callar. Tanto uno como otro son prerrogativas del hombre, que no comparte con ningún otro ser de la naturaleza, ya que, aunque existe infinidad de criaturas que son incapaces de hacer el más mínimo ruido -no digamos de hablar-, ninguno de ellos tiene la posibilidad de ejercer libremente la capacidad de guardar silencio. El ser humano, por el contrario, se ve abocado en cada instante de su vida a la decisiva alternativa de hablar o callar. Sabemos que no siempre es conveniente la palabra que nos viene a la boca; que en algunas ocasiones "calladitos estamos más guapos" y que, si hubiera dicho aquello en aquel momento, no se habría cometido aquella injusticia..... Pero, aun siendo conscientes de todo esto, ¿qué difícil nos resulta ante cada circunstancia tomar la opción más apropiada?.

La naturaleza a cada uno de por sí nos imprime una propensión diversa hacia el hablar. Algunos somos taciturnos, otros son de hablar lento, pausado y consciente y otros parece que tienen el corazón en la boca, incapaces de medir el alcance de sus palabras. Cada uno de nosotros estamos inclinados en este campo a un determinado proceder y parece que siempre metemos la pata ejerciéndolo. Los que hablamos mucho y casi sin pensar lo que hicimos tenemos mala fama, y con razón, porque las palabras, aunque el dicho diga lo contrario, no vuelan sino que pueden causar mucho dolor. Pero los demasiado callados, aun ufanándose tácitamente de que son "dueños de sus silencios", pueden caer, sin darse cuenta, en la complicidad de muchas injusticias que evitarías con una palabra comprometida y oportuna. Esforcémonos, pues, por adquirir la discreción en el hablar y en el callar. Como discípulos a los que les corresponde callar para escuchar y aprender.

"El humano emancipado sabe de dónde viene y a dónde va"

¿SER FELIZ?





“SI FELICITAMOS EN EL MOMENTO OPORTUNO Y CON LA ACTITUD ADECUADA, LA OTRA PERSONA SE SENTIRÁ IMPORTANTE Y COMPROMETIDA”
La felicitación es una tierra fértil y rica que cultivada adecuadamente hace florecer la autoestima en los demás, mejora las relaciones personales y trabaja a favor de nuestra capacidad de empatía. Aun así, usamos poco y mal el arte de la felicitación orientada a reconocer los méritos de quienes nos rodean, y usamos aún menos y peor la felicitación encaminada a reconocer aquello que nosotros mismos  hemos  hecho bien y merece, por tanto, nuestro reconocimiento. Sea hacia los demás o sea hacia nosotros mismos, lo cierto es que evitamos hacer uso de esta palabra que no por casualidad es familia directa de esta otra: felicidad.
“La manera de dar vale más que lo que se da”
Palmadita en la espalda y un masticado “muy bien”. Manos en los bolsillos, mirada al suelo y un escueto “no ha estado mal”. Felicitar así es como dar un regalo sin envolver ni quitar el precio. O peor aún, como decir “bueno, cómprate algo, que ya te lo pago yo”. Y como precisamente estamos hablando de uno de los regalos más bonitos que podemos hacer, vamos a ver  cómo debemos envolverlo:
LA IMPORTANCIA DEL PRESENTE. Cuando felicitamos un cumpleaños, solemos hacerlo el mismo día. Obvio, Cuando más alejado del momento, menos efecto tiene nuestra felicitación. ¿Será por eso que presente también significa regalo? No lo sé. Lo que sí sabemos es que debemos felicitar en el momento en el que algo nos ha hecho sentir felices. No dejar pasar el tiempo. No perder la ocasión. Ser oportunos, es decir, aprovechar esa oportunidad única de poner en valor y destacar a aquella persona.
La actitud adecuada. Siguiendo con los regalos de cumpleaños. Imagínese que va a una fiesta y lanza una bolsa encima de la mesa con un escueto “toma ahí va”. No es manera, ¿verdad? Cuando nos sentimos felices, es necesario que nuestro lenguaje corporal y verbal muestre esa felicidad, que seamos espléndidos en nuestras palabras y calurosos en nuestro reconocimiento. Debemos esforzarnos para transmitir con fuerza y entusiasmo lo que sentimos para salvar ese abismo que en ocasiones son las relaciones humanas.
Involucrarnos en nuestras palabras
. Además de usar el momento preciso y la actitud adecuada, es imprescindible que involucremos nuestros sentimientos. De este modo, el regalo se transforma en algo personal, único y muy valioso.
Si somos capaces de felicitar en el momento oportuno, con la actitud adecuada e involucrándonos emocionalmente en nuestras palabras, la otra persona se sentirá importante y comprometida para seguir adelante con una actitud que tiene, tal y como hemos demostrado y transmitido, un efecto positivo en su entorno

¿PARA QUÉ TE NIEGAS?




“CAMBIA TU FORMA DE VER LAS COSAS Y CAMBIARÁN LAS COSAS QUE VES”

Podemos estimar que “la contrariedad” es  el castigo de no seguir una “emancipación deseada”. La oscuridad de la insatisfacción es propia de la naturaleza del hombre y, consecuentemente éste, debe actuar para iluminar una existencia de, por sí, frágil.
Esta acción permanente en busca de la emancipación es esencial para alcanzar una plenitud que nos permita descifrar las “cosas” fuera de una realidad natural y temporal.
Así, la carencia, no debe aparecer como un castigo si no más bien como un estímulo para aventurarnos en los terrenos de la ignorancia que nos conduzca hacia una “verdad perdida” aunque sentida.
Será esa ignorancia “reconocida” la que nos libere de aquella soberbia que nos envuelve en la insatisfacción y contrariedad dado que el hombre, a través del capitalismo, abandona su condición  primera de sujeto libre para abrazar la esclavitud de objeto predeterminado.
Ese nuevo  hombre, a pesar de su “contrariedad e insatisfacción” sigue teniendo potencial y vocación para emanciparse y recuperar su esencia libre que le conduzca hacia una maduración consciente de la razón de su presencia en el denominado mundo.
Podrá, por tanto, reencontrarse con “la verdad perdida” abandonando el “YO” y consecuentemente acercarse a una inmortalidad anónima pero humana. POR TANTO CON EL ABANDONO DE LA “CONTRARIEDAD” y LA “INSATISFACCIÓN” ESE HUMANO EMANCIPADO SENTIRÁ LA LLAMADA DE LA PLENITUD, DEL AMOR COMO SIGNO Y ABANDONO del “YO” Y ABRAZANDO LA EXISTENCIA DEL PRÓJIMO, SIN EL CUAL NADA TENDRÍA SENTIDO.
¿Entonces? ¿es nuestra desaparición física el final? ¿o detrás del “YO” existe el vosotros”? Para este tránsito quizá debamos abandonar la permanente “CONCUPISCENCIA”