¿Qué es una adicción? Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), entendemos por adicción una enfermedad física y psicoemocional donde se desarrolla una dependencia
hacia una sustancia, actividad o relación causada por la satisfacción que su
uso genera en la persona. Alcohol, comida, drogas, robo, juego, sexo,
tecnología, relaciones. Todo puede convertirse en una adicción cuando su
ausencia genera ansiedad, angustia e incluso depresión.
¿Cómo podemos superar una adicción? Afortunadamente se puede, sí, aunque la
facilidad o dificultad de la recuperación dependerán del grado de adicción y
del objeto adictivo. No es lo mismo depender de una pareja que abusar del
alcohol, por ejemplo. En todo caso, aquí tenéis los diez consejos básicos para superar una adicción en los que
coinciden la mayor parte de profesionales de la psicología:
Decálogo para luchar contra la adicción
(1) Admitir el problema y decidir hacer un
cambio. El primer e
indudable paso ante cualquier adicción – o toda patología – es aceptar la
realidad y ser consciente de que la adicción que se tiene no es saludable y
perjudica la salud.
(2) Tomar consciencia. Ya sabes que tienes un problema,
una adicción. Ahora bien, ¿estás dispuesto a hacer el cambio? Analiza cuán
dispuesto estás a superar la adicción. Para lograr la recuperación debes querer
mejorar.
(3) No pienses que estás loco. Elimina tus prejuicios y ten la
mente abierta. Las patologías mentales no significan estar loco y cualquier
persona puede caer en una adicción, una respuesta innata para cubrir problemas
o angustias más profundas. Ahí está el verdadero trabajo personal – analizar
qué ha motivado la patología – pero para ello, primeramente, se debe tratar la
sintomatología de la adicción y erradicarla.
(4) ¡Inicia un tratamiento psicológico! Nadie mejor que un terapeuta podrá
guiarte adecuadamente en los pasos de tu recuperación. Podrás expresarte
abiertamente y encontrar en tu interior las respuestas a tus propias preguntas.
El psicólogo es el guía que te abre la puerta a tus herramientas personales
para potenciarlas.
(5) Apúntate a un grupo de apoyo. Aunque parezca de película, es la
realidad. Una adicción conlleva el sentimiento de soledad e incomprensión pero,
como se suele decir, “no estás solo”. Hay mucha gente que está pasando o ha
pasado esta misma situación así pues, ¿por qué no apoyarse unos a otros? Los
grupos terapéuticos de apoyo son esenciales en patologías de adicción ya que
permiten compartir la experiencia, encontrarse protegido y escuchar las
estrategias de aquellos que están en un mejor estado. Son espacios íntimos
donde no hay prejuicios ni vergüenzas: todo el mundo está al mismo nivel.
(6) Sigue las indicaciones pautadas. Aunque algunas puedan sonarte
ilógicas, todas las recomendaciones terapéuticas tienen su razón en el
tratamiento. Piensa que si la adicción está arraigada, tu inconsciente buscará
cualquier posibilidad para dar rienda suelta al síntoma – sea el motivo de
adicción que sea. Así pues, aunque cueste, atáñete a todas las pautas. Si se te
imponen es por una razón.
(7) Pide la ayuda y colaboración de las
personas más cercanas y/o de convivencia. Superar una adicción por propia cuenta es muy difícil y aún teniendo la
ayuda psicológica también es importante contar con el apoyo de las personas más
íntimas. La familia, la pareja o las amistades deben conocer qué ocurre y cómo
actuar a fin de ayudarte a mantener esas pautas que pueden ser tan difíciles de
seguir. Así, te podrán ayudar en momentos de mayor debilidad y alejarte del
objeto de adicción.
(8) Evita las tentaciones directas pero no
huyas de las actividades sociales naturales. Esto significa que evites aquellos contextos que están destinados al
motivo de tu adicción – por ejemplo, si sufres alcoholismo, no acudas a un
“botellón”. Pero tampoco quiere decir que evites todo contacto social que
derive de un contexto sano o lógico – por ejemplo, una cena en un restaurante;
en este caso no es el mismo contexto que un “botellón” y, aunque hay quien pueda
pedir bebidas alcohólicas, no todos los comensales lo harán o bien puedes pedir
la ayuda de alguna amistad.
(9) Toma especial atención cuando empieces
a mejorar. Son momentos en que fácilmente puedes dejarte llevar por la felicidad de
estar bien y pensar la típica frase de “por una vez no pasa nada”. Si que pasa,
pero tampoco te martirices. La clave es no minimizar las recaídas y poder
llevarlas a terapia a fin de analizar la situación. Tener en cuenta que sí has
recaído pero que no supone tu perdición. Las recaídas se entienden como un
proceso natural en la recuperación de una adicción, cuya mejoría se observa
cuando éstas se van espaciando cada vez más en el tiempo.
(10) Recuerda que SÍ se puede superar. No lo olvides nunca y tenlo
presente. Aunque recaigas, aunque lleguen época difíciles y donde te sientas
más vulnerable, ten el optimismo y la fuerza para tirar adelante. Si otros han
podido, tú también. Así que olvida la idea de “yo soy diferente” o “yo no
podré” porque es totalmente falso: del mismo que todos podemos caer, todos nos
podemos levantar.
¿Qué más puedo hacer?
Si te has sentido identificado, si
has tomado consciencia y te has decidido por tomar cuenta de tus circunstancias
y actuar al respecto, en SOPLOS DE AIRE te ofrecemos una amplia lista de coach especializados que pueden ayudarte cómo y cuándo tu desees:
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